Lavar bien, limpiar y trocear todos los ingredientes. Puedes pelar los tomates si te gusta un caldo de gazpacho fino, si no te importa encontrarte las fibras tritúralos con piel y así aprovecharás todos los nutrientes presentes en la piel.
Ponerlos en el vaso de una batidora con un poco de agua para hidratar el pan y no ofrezca resistencia y tritura hasta conseguir un caldo de consistencia más o menos espesa. Si te gusta más finos y sin restos de pieles puedes pasar el caldo de gazpacho por un chino o colador. Hacerlo con o sin pan es opcional, el pan aporta consistencia y nos dará como resultado un caldo de gazpacho de color más anaranjado.
Diluye con agua fría para darle la consistencia que más te guste y rectifica de sal y vinagre.
Servicio y guarnición: pepino, cebolla y albahaca picadas. Picatostes de pan (opcional). Servir muy frío.