![cropped-mike-scheid-0iqkntLw93A-unsplash.jpg](https://www.dietistasnutricionistas.es/wp-content/uploads/2019/10/cropped-mike-scheid-0iqkntLw93A-unsplash-696x392.jpg)
Cuando hablamos de diabetes lo primero que pensamos es en una alteración en los niveles de azúcar en sangre llamada glucemia. Este pensamiento es un concepto bastante acertado que se refleja en el principal objetivo del tratamiento en casos de diabetes tipo 1: normalizar los niveles de glucosa para mantener un buen estado de salud y una buena calidad de vida al través del tiempo. En este artículo veremos cómo se controlan las glucemias en casos de hiperglucemias y de hipoglucemias de personas que sufren diabetes tipo 1.
La prioridad de una persona con diabetes tipo 1 es estabilizar los valores de glucemia a lo largo del día, evitando fluctuaciones muy pronunciadas. Es decir, que se no se produzcan glucemias demasiado bajas, conocidas como hipoglucemias ni glucemias demasiadas altas, llamadas hiperglucemias. Para lograr estos objetivos es crucial recibir asesoramiento permanente del equipo sanitario con el fin de llevar tanto un tratamiento correcto como buenos hábitos de vida. También resulta útil consultar páginas educativas como la de Objetivo #cerohipoglucemias que nos pueden ayudar además a encarar el reto del autocontrol con mayor motivación.
Factores que intervienen en las glucemias en casos de diabetes tipo 1
En la actualidad la medición frecuente de los niveles de glucemia ha ayudado a que la persona con diabetes tipo 1 pueda tomar decisiones en base a los resultados obtenidos en esos controles. Para llegar a este punto se requiere mucha formación y entender cómo la glucemia está relacionada con factores básicos como: la medicación, la actividad física, el estrés y con la alimentación. Dentro de esta última, uno de los primeros aspectos que se trabajan es comprender el impacto que tienen en la glucemia los diferentes alimentos y bebidas.
![respuesta de la glucemia](https://www.dietistasnutricionistas.es/wp-content/uploads/2019/10/azúcar-adriana-300x161.png)
En este gráfico puede observarse la respuesta de la glucemia a los diferentes alimentos y bebidas con hidratos de carbono, en personas con un funcionamiento normal de la insulina. Se puede ver claramente que alimentos vegetales ricos en fibra e integrales como las legumbres o las verduras aumentan la glucemia lentamente, por lo que se convertirán en los alimentos habituales y los protagonistas en los buenos hábitos diarios de alimentación. En cambio, el azúcar, los refrescos o incluso los zumos de fruta aumentan la glucemia de manera abrupta por lo que solo se utilizarán en casos de hipoglucemias o si se realiza deporte de larga duración e intensidad como puede pasar en una maratón y siempre bajo un estricto control de las glucemias. Obviando estas dos circunstancias, este tipo de alimentos no deberán formar parte de los hábitos diarios de alimentación ya que son alimentos que pueden producir glucemias demasiadas altas.
Alimentación y glucemias
Las comidas, entonces, serán semejantes a las recomendadas a la población general, aunque es cierto que deberemos profundizar en conceptos más específicos como el número de raciones de hidratos de carbono que se deben consumir en cada una de las comidas según el tipo de insulina utilizada y los resultados de los controles de las glucemias.
Una ración de hidratos de carbono es la cantidad de alimento capaz de aportar 10 g de hidratos de carbono. Pero a la hora de crear buenos hábitos no vale cualquier tipo de alimento, sino que procuraremos que estos hidratos de carbono procedan principalmente de los farináceos (legumbres, arroz, pasta, pan…), los lácteos, las frutas y las verduras. Por otro lado, intentaremos evitar, en general, aquellos alimentos como chuches, refrescos, o bollería que también aportan hidratos de carbono, pero son alimentos de baja calidad y pueden dificultar el alcanzar una glucemia estable y un buen control metabólico.
A la vez que se procura instaurar unos buenos hábitos de alimentación y de vida, se debe informar a las personas con diabetes y a los que conviven con ellas, todo lo que deben realizar en caso de que se produzcan fluctuaciones extremas de la glucemia:
Qué hacer en caso de hipoglucemia
Cuando tienes diabetes tipo 1 y sufres una hipoglucemia leve, ésta puede cursar con sudoración fría, temblores, dolor de cabeza y a medida que avanza puede provocar dificultad para pensar, hablar, mareos, etc. Cuando esta hipoglucemia es grave puede afectar la conciencia y provocar coma. Ante cualquiera de estos síntomas controlaremos la glucemia capilar para saber si se trata de una hipoglucemia y si no es posible realizar este control realizaremos igualmente, lo siguiente:
- Si la hipoglucemia se acompaña de alteración de la conciencia no daremos nada por boca, ni líquidos ni sólidos, sino que administraremos una inyección de la hormona glucagón, en una dosis depende de la edad. El glucagón debe estar disponible tanto en casa como en los sitios donde la persona concurre habitualmente. Cuando la persona haya recobrado la conciencia daremos por boca alimentos o bebidas con hidratos de carbono.
- Si la hipoglucemia no se acompaña de alteración de la conciencia acompañaremos en todo momento a la persona y daremos por vía oral 10-15 g de azúcares de absorción rápida a través de, por ejemplo:
-2 terrones de azúcar
-100 cc de zumo o refresco (no light)
-200 cc de leche desnatada
-2 tabletas de glucosa
-200 cc de bebida isotónica - Luego esperaremos de 10 a 15 minutos y repetiremos el control de la glucemia: si continua baja repetiremos la administración de azúcares. Si la glucemia se ha normalizado daremos otra vez de 10 g de hidratos de carbono, pero esta vez de acción más prolongada, a través de 1 pieza de fruta, un par de yogures naturales, un vaso de leche entera o 3 cucharas de cereales.
- En caso de que la hipoglucemia se produzca próxima a una de las comidas habituales, daremos por vía oral 10-15 g de azúcares de absorción rápida y adelantaremos la comida habitual.
- Cuando la glucemia se encuentre entre 65 y 75 mg se deben dar como prevención 5 g de hidratos como 1 terrón azúcar o 50 cc de leche desnatada, etc.
La hipoglucemia se puede producir por un exceso de insulina, exceso de ejercicio, omitir alguna de las comidas previstas o que sean muy bajas en hidratos de carbono, por aparición de vómitos, consumo de alcohol, etc. Se considera hipoglucemia cuando la glucemia es inferior a 65 mg/ dl y resulta grave si disminuye de los 40 mg/ dl. Hay que tener presente que a veces no hay síntomas de alarma y repentinamente puede producirse pérdida de la conciencia por lo que deberemos actuar como se ha explicado anteriormente.
Qué hacer en caso de hiperglucemia
Las personas con diabetes tipo 1 saben que la hiperglucemia cursa con mucha sed, ganas de orinar frecuentemente, dolor de cabeza y adormecimiento. En este caso, además de realizar el correspondiente control de la glucemia que nos confirme la hiperglucemia, daremos agua o líquidos sin hidratos de carbono y administraremos una dosis extra de insulina. Luego, continuaremos controlando la glucemia y si es posible también controlaremos las cetonas en sangre u orina y consultaremos al médico.
La hipeglucemia se produce habitualmente cuando se ha administrado poca insulina, o por un exceso de comida o por un catarro o anginas que son situaciones donde aumentan las necesidades de la insulina. Se considera hiperglucemia cuando la glucosa en sangre se encuentra por arriba de 260 mg/dl. Si la hipeglucemia continúa aumentando se puede producir cetosis diabética
Encontraréis más información en la iniciativa de Novalab Objetivo #cerohipoglucemias
Bibliografía
http://www.fundaciondiabetes.org/
https://www.pennutrition.com/
Imagen de Mike Scheid