Con motivo de la conmemoración del día del Trabajador el 1 de mayo, resulta crucial y es hora de abordar un tema de vital importancia en este ámbito. ¿Acaso no merecen las trabajadoras y trabajadores una alimentación digna y compatible con su entorno de trabajo?
Según un informe de la OIT publicado en 2005, la mala alimentación en el trabajo causa pérdidas de hasta el 20% en la productividad, tanto por la desnutrición que predomina en los países en desarrollo, como por el exceso calórico que predomina en la mayoría de los países industrializados.
Los problemas nutricionales tienen repercusiones laborales con un impacto sanitario, económico y social que no debe despreciarse. De hecho, se ha observado que existe relación entre la supresión del desayuno con el cansancio característico del final de la jornada y el riesgo de sufrir un accidente laboral y la disminución de la productividad.
¿Cómo es la alimentación de los trabajadores y trabajadoras durante la jornada laboral?
Partiendo de la base de que una alimentación saludable y equilibrada es imprescindible para conseguir una nutrición óptima, con motivo del día del trabajador del 1 de mayo vamos a abordar una sencilla pero compleja cuestión: ¿Cómo es la alimentación de los trabajadores durante la jornada laboral? Esta pregunta no siempre es objeto de gran consideración por parte de las empresas, e indagando y preguntando, las respuestas que he obtenido al respecto son las siguientes:
- Se traen comida desde casa en un tupper, aunque no en todos los casos el entorno laboral dispone de medios de conservación hasta su consumo o para calentarlo.
- Comen en la cafetería, aunque no todas disponen de una oferta variada de frutas y verduras y alimentos de una calidad y riqueza nutricional óptima.
- Optan por algún sándwich de las máquinas expendedoras.
- Comen alimentos precocinados o ultraprocesados comprados la tarde anterior en el supermercado regidos por las prisas y la falta de tiempo y menaje en el centro de trabajo.
- No comen y se esperan a terminar la jornada laboral para comer en casa, atrasando así el horario de almuerzo a casi el de una merienda.
- Optan por pedir comida a establecimientos, la mayoría, de comida rápida.
Sin embargo, algo llamativo es que muchas de las personas encuestadas apuntan al término denominado “stuck at desk”, es decir, comen en el mismo puesto de trabajo, en la mayoría de los casos, sin interrumpir la jornada laboral, así como también llama la atención la reiterada recurrencia al café u otras bebidas estimulantes varias veces al día.
La mayoría de las personas encuestadas son conscientes de que su alimentación no es la idónea y, en la mayoría de los casos, refirieron que es algo que les gustaría cambiar pero que se hace complejo con el ritmo de vida que llevan. Además, también me ha resultado impactante la cantidad de trabajadores y trabajadoras que salen de su casa sin desayunar, a expensas de, si el trabajo lo permite, tomar algún tentempié a media mañana.
¿Cómo mejorar la calidad de la alimentación de los trabajadores y trabajadoras?
Por tanto, según indican Aranceta Bartrina, J. y Serra Manjem, L. en su libro “Alimentación y trabajo”, para hallar el modelo de nutrición más adecuado al sistema de trabajo, toda empresa debería plantearse seriamente 3 cuestiones: ¿qué beneficios reporta para la empresa una alimentación sana en nuestros empleados y empleadas? ¿cómo se podría implementar unos hábitos nutricionales en el trabajo? ¿qué otros hábitos y acciones contribuirían a mejorar la salud en el trabajo?
Por ejemplo, como proponen estos autores, algunos de estos retos podrían conseguirse mediante la aplicación de acciones tan sencillas como disponer de alimentos saludables, como frutas, verduras y agua, ofrecer productos locales y de temporada, extender la oferta de comida saludable a máquinas expendedoras y cafeterías, implementar la educación nutricional como parte del programa de prevención de riesgos laborales, proveer facilidades y medios de conservación y calefacción para quienes se traigan la comida desde casa, etc.
En definitiva, y volviendo al título del artículo, aunque hay empresas que son un modelo a seguir en cuanto al cuidado alimentario de sus trabajadores, hay una gran mayoría de ellas que no, considerando por tanto el binomio alimentación-trabajo como una asignatura pendiente hoy en día.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Organización Internacional del Trabajo, OIT (2015). En OIT: presentan estudio sobre alimentación laboral y su relación con el PIB, el consumo y el empleo. Página web de la OIT consultada en 2022 en: https://www.ilo.org/santiago/sala-de-prensa/WCMS_365638/lang–es/index.htm