Llega el frío, llegan los abrigos y anoraks y repentinamente ya no nos importa tanto un posible sobrepeso. Las personas con patologías diagnosticadas que necesitan sí o sí acudir a consulta, lo seguirán haciendo, pero las que quieren perder peso retrasarán su objetivo hasta enero o febrero. Pero hoy queremos explicarte por qué motivos esa lógica no es la más recomendable y que diciembre, en contra de lo que opinan la mayoría de las personas, es un buen mes para ir al dietista – nutricionista .
En diciembre tenemos muchos gastos. Esto es así y es la única razón real por la que puede ser un mal mes para empezar a añadir otros gastos a tu día a día. Pero si esto no te preocupa o no es un condicionante en estos momentos, permítenos desmontarte el resto de posibles motivos.
¿Por qué crees que es un sinsentido empezar a ir al nutricionista en diciembre?
Vamos a intentar meternos en tu cabeza y destacar los que creemos que son los motivos principales:
1. En invierno mi sobrepeso no me importa tanto
Cuando llega el frío, la llamada «operación bikini» no está entre tus preocupaciones y un pantalón de pana y un abrigo lo tapan todo. Las personas, principalmente las mujeres, llevamos muchísimo tiempo siendo esclavas de esos kilos de más, de esos michelines, esa piel de naranja… pero, ¿estas características exclusivamente estéticas condicionan tu salud o te hacen sentir dolor?
No existe (o no debería existir) un prototipo de belleza y todos y todas deberíamos hacer el esfuerzo de aceptar y disfrutar de nuestro cuerpo tal y como es y preocuparnos de un posible sobrepeso u obesidad solo por motivos de salud. Como Aina Huguet, dietista-nutricionista de Alimmenta nos explica, “el peso por sí solo, sin ningún otro parámetro, no es indicador de salud. Al contrario, el número de la báscula lleva una presión y un estigma social detrás que en muchas ocasiones nos afecta en nuestra salud emocional y mental. A la hora de valorar a una persona, somos mucho más que un número y en ciertas épocas del año parece que esto no es así”
Dejando de lado esta presión estética, que de forma directa o indirecta nos afecta o puede llegar afectar a nuestra salud, Aina os anima a “no comenzar más dietas o programas centrados únicamente en la pérdida de peso y en la restricción de alimentos. Si estáis interesados en la pérdida de peso, por los motivos que sean, lo recomendable es centrarse en la mejora de vuestros hábitos, de vuestra alimentación, desde el disfrute del proceso, sin prohibiciones ni restricciones absurdas que no se puedan mantener a largo plazo. Y de ahí, ir consiguiendo un peso que permita encontrarte bien contigo mismo/a en todos los aspectos y no solo a nivel estético”.
2. Durante las fiestas navideñas quiero poder comer todo lo que quiera
En contra de lo que piensas, tu dietista-nutricionista no debe ser una persona que te prohíba comer determinados alimentos, aunque sí te ofrecerá estrategias para que aprendas a disfrutar de las fiestas sin que tu estado de salud pague por ello. De hecho, el periodo de fiestas es un gran momento para observarnos durante estos encuentros sociales.
En este sentido, Huguet nos comenta que “cuando empiezan con el tratamiento, muchos pacientes vienen con la idea del todo o nada. Es decir, como pretenden hacerlo todo al pie de la letra, si en alguna ocasión no lo consiguen, tienden a desanimarse, pensar que ya da igual todo y tirar todos los cambios efectuados por la borda. Ese tipo de pensamiento son los que favorecen al no seguimiento de la pauta. Pero si lo pensamos bien, en el mes de navidades (diciembre y enero) hay únicamente unas 5-7 comidas o cenas especiales, dependiendo de cada familia. ¿Creéis que eso es representativo si tenemos en cuenta que en un mes hay aproximadamente 140 comidas, entre desayuno, media mañana, comida, media tarde y cena?”
En esas ocasiones, Aina ofrece a sus pacientes estrategias para “la moderación y no la prohibición, siempre atendiendo a las sensaciones personales de hambre y saciedad. El pensar que estamos haciendo algo mal por comer un trozo de turrón o un bombón, el día de Navidad con nuestra familia y amigos, lo único que favorecerá es que aumentemos el sentimiento de culpa. No se trata de comer turrón todo el día, pero sí saber disfrutar de estos momentos con familia y amigos que tanto suman en nuestro día a día”.
3. En enero estoy segura/o de que habré ganado peso y mi nutricionista me reñirá
Ese peso en esa báscula, esa una cifra, no representa tu aprendizaje. Hay pacientes que se pesan, han ganado peso, pero reconocen haber pasado unas semanas de más encuentros sociales e inevitables picoteos, pero también de satisfacción por comprobar cierto autocontrol. Después de vacaciones o Navidades, es muy difícil que ningún ser humano pierda peso, independientemente de si estaban intentándolo, pero lo importante es haber aprendido a no excederse como otras veces, comprobar y reconocer esa evolución.
La dietista-nutricionista Aina Huguet, de hecho, ha comprobado que “cuando no centramos el tratamiento únicamente la bajada de peso, es cuando se ve más evolución y mejora de los hábitos en los pacientes. El sentirnos satisfechos y orgullosos de nuestros cambios y logros, nos ayuda a seguir con un estilo de vida saludable. De hecho, después de navidades, yo siempre invito a mis pacientes a pensar lo que sí han podido controlar y mantener de su pauta de alimentación saludable y aprender de lo podrán mejorar en un futuro”
cuando no centramos el tratamiento únicamente la bajada de peso, es cuando se ve más evolución y mejora de los hábitos en los pacientes
¿Por qué es buena idea acudir al nutricionista en diciembre?
Si hace tiempo (o quizá solo hace unos días) que has detectado que sufres sobrepeso es importante valorar que eso es, principalmente, un problema de salud y que los problemas de salud no se retrasan. Todo el tiempo que retrases la decisión de cambiar ese problema de salud, estarás arriesgándote a sufrir posibles consecuencias. Quizá dificultad para caminar o correr, dolor en las rodillas, cardiopatías, puede que hipertensión, colesterol, diabetes e incluso se calcula que el sobrepeso podría ser la causa de 200mil nuevos casos de cáncer al año en Europa (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon). Unas vacaciones o unas Navidades pueden multiplicar tus excesos habituales y eso puede poner en riesgo tu salud.
Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, un 16,5% de hombres de 18 y más años y un 15,5% de mujeres padecen obesidad y un 44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres padecen sobrepeso. A nivel europeo, el sobrepeso y la obesidad crónicos se encuentran entre las principales causas de muerte y discapacidad. La OMS estima que esos padecimientos causan más de 1,2 millones de muertes al año, es decir, más del 13% de la mortalidad total en el continente. Estas cifras, no deberían permitirse esperar unas navidades más.
¿Qué conseguirás acudiendo a un/a dietista-nutricionista?
Le hemos planteado esta pregunta a Aina Huguet y nos ha explicado algunos objetivos de sus consultas:
1- Bajar de peso, en el caso que sea necesario
Por las consultas de Alimmenta pasan diariamente personas con diferentes objetivos, personas con intolerancias, problemas digestivos, dietas veganas o vegetarianas, deportistas que quieren mejorar sus objetivos, pero l@s pacientes que suelen ser más reticentes a acudir las semanas previas a la Navidad son l@s que quieren perder peso. Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020, un 16,5% de hombres de 18 y más años y un 15,5% de mujeres padecen obesidad y un 44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres padecen sobrepeso. A nivel europeo, el sobrepeso y la obesidad crónicos se encuentran entre las principales causas de muerte y discapacidad. La OMS estima que esos padecimientos causan más de 1,2 millones de muertes al año, es decir, más del 13% de la mortalidad total en el continente.
2-Aprender a planificar tu semana a nivel alimentario y tu lista de la compra
En muchas ocasiones el día a día (niños, trabajo, vida social, deporte, etc.) nos sobrepasa, y encontrar un momento para hacer la lista de la compra o cocinar, puede ser una tarea difícil. Un dietista-nutricionista te puede enseñar a gestionar una alimentación saludable y planificar tus menús, teniendo en cuenta todo esto sin necesidad de terminar pidiendo comida para llevar varias veces en semana o que la improvisación de último momento suponga calentar una lasaña al microondas o un yogur y a dormir.
3- Algun@s pacientes aprenden a “hacer las paces con la comida”
Un dietista-nutricionista junto a un psicólogo/a, si es necesario, puede ayudarte aprender a tener una relación saludable con los diferentes alimentos y saber introducirlos en cada momento con flexibilidad y sin culpa.
4- Mejoras digestivas
Muchas de las personas que acuden a consulta para perder peso experimentan paralelamente mejoras en sus digestiones. Hoy en día es muy frecuente normalizar síntomas como gases o hinchazón y es frecuente que, al adaptar una alimentación saludable, se noten mejoras también a nivel digestivo.
¿Por qué el trabajo de un/a dietista-nutricionista no se ve condicionado por la época del año?
Para responder a esta pregunta, volvemos a preguntar a Aina Huguet, que ya ha ayudado a muchísim@s pacientes a alcanzar un peso saludable y cambiar de hábitos para siempre: “muchas personas creen que el trabajo de un dietista-nutricionista es únicamente ayudar a perder kilos, pero va mucho más allá. La época del año debería ser lo que menos nos importe a la hora de modificar tus hábitos alimentarios y bajar de peso. En la gran mayoría de ocasiones, ambas van ligadas, y hay que tener en cuenta que cambiar de hábitos no tiene nada que ver con tomarte un batido durante unos meses de tu vida o pasar hambre un tiempo y sufrir por el número de una báscula”.
Cambiar de hábitos es adquirir un estilo de vida que no conocías y que debe ajustarse a ti, a tu día a día y a tus necesidades y que será la clave para que puedas controlar un peso saludable el resto de tu vida.