
Muchas veces confundimos el tener hambre con tener apetito. Aunque coloquialmente son dos términos que usamos con frecuencia e intercambiamos su uso, su significado es bien distinto.
Cuanto tenemos hambre, ésta proviene de una necesidad vital, indispensable para la vida como es la nutrición de nuestro cuerpo con micronutrientes (como algunas vitaminas), minerales y macronutrientes (como proteínas, grasas y carbohidratos) que están en diferentes alimentos.
Sin embargo cuando hablamos de apetito nos estamos refiriendo al deseo de comer por placer, en el que intervienen factores como los olores, los sabores, el aspecto y la presentación de los alimentos. Aquí las necesidades fisiológicas ya están cubiertas y son los estímulos los que nos provocan ese deseo.
Por tanto, el hambre es el instinto que impulsa a nutrirse cuando el organismo lo necesita para su supervivencia. El apetito es la sensación de querer comer determinada por la forma de presentación de los alimentos y/o el contexto social en el que nos encontremos.
Un dietista-nutricionista desde el principio debe dar herramientas a su cliente para identificar ambos impulsos, controlarlos y reconducirlos para que una dieta de control de peso sea efectiva.
hola a todos:
Me parece interesante realizar la diferencia entre hambre y apetito, sin embargo, a la hora de preparar los alimentos la mayoría de las veces nos dejamos influenciar por nuestros deseos (apetito) y no por las necesidades que tiene nuestro cuerpo (hambre). Estoy embarazada y mi matrona me ha dicho que estoy baja en hierro y me recomendó que aumentara la ingesta de alimentos ricos en este mineral. No se si de forma instintiva o racional, ultimamente estoy comiendo espinacas cocidas y crudas (casi a diario, y por cierto, esta repetición en el menú a mi marido no le atrae para nada). ¿Es aconsejable que convirtamos el hambre en apetito???
gracias
saludos!!!
Hola Mae,
tu hambre y tu deseo por las espinacas aparece confundido y mezclado. Es posible que tenga una parte psicológica: si la matrona te recomienda algo para ti y tu hija, está ejerciendo sobre tu apetito una gran influencia.
En este caso no hay ningún problema en mezclar ambos conceptos. Mientras que no te pase lo mismo con el merengue (por poner un ejemplo) no tienes por qué preocuparte 😉
Muchas gracias por la respuesta, lo tendré en consideracion.