No para de salir en la publicidad anuncios de Pediasure, un suplemento indicado para niños según ellos “Malcomedores” (hasta han registrado esta palabra) y se justifica el uso del producto diciendo que uno de cada dos niños dejan comida en el plato. Así, plantean la solución que trae de cabeza a muchos padres: el producto que hace que tu hijo esté correctamente nutrido aunque “no coma como tiene que comer”.

Un ejemplo más de publicidad que nos intenta crear necesidades inexistentes. Me parece muy indignante. Si no entiendes por qué, sigue leyendo.

La preocupación más típica de los padres con respecto a la alimentación de sus hijos es que el niño coma poca cantidad o poca variedad (en relación con lo que su cuidador considera que es necesario que coma). Para la persona preocupada, significa que el niño no ha comido suficiente y que por ello, no se desarrollará correctamente.

¿Qué hay de cierto?

La época de crecimiento más rápida que existe (extrauterina) es el primer año de vida. Este rápido crecimiento es la causa de que los bebés menores de un año coman tanto. Sí, comen mucho proporcionalmente a su tamaño. Pero a partir del año, empieza una etapa de crecimiento mucho más lenta, que conlleva a una disminución del apetito del niño. Muchos padres se asustan porque su niño mayor de un año come menos que cuando tenía 8 meses y sin embargo, es una conducta completamente normal, por lo que su preocupación está injustificada. Lo que ha pasado es que su mecanismo de hambre y saciedad se ha adaptado a la nueva etapa de desarrollo lento del niño con unas necesidades menores.

Por otro lado, cada niño tiene un ritmo de crecimiento distinto, por lo que no puedes comparar lo que crece tu hijo con lo que crece el de la vecina que tiene la misma edad, ni si tu hijo está por debajo del percentil 50 quiere decir que tiene un peso bajo o una altura baja para su edad. La cifra del percentil no indica si está en un peso o en una altura adecuada. Son gráficas para evaluar una evolución de su crecimiento. Por ejemplo, si tu hijo ha estado siempre en el percentil 75 y en poco tiempo pasa a estar en el percentil 25, el pediatra tendría que analizar qué ha pasado y si hay una enfermedad de fondo que haya producido este cambio. Pero si ha estado siempre en el percentil 25 solo quiere decir que el 25% de los niños sanos pesan o miden menos que tu hijo, nada más.

¿Cómo saber entonces cuando un niño come suficiente?

Solo él lo sabe. Su mecanismo de saciedad es el que le indicará si ya ha comido suficiente en función de lo que necesita en ese momento. ¿Acaso todos los niños de la misma edad necesitan comer lo mismo? ¿Cómo sabe una madre o padre a la hora de servirle la ración al niño qué cantidad necesita comer? Le estamos obligando a que se acabe de comer lo que nosotros (que no tenemos ni idea de cuánto necesita) consideramos adecuado y si no se lo acaba o come lo que nosotros consideramos poco, pensamos que le falta alimento.

¡Es que no come nada de nada!

¿Crees que un niño pasa hambre voluntariamente teniendo comida a su alcance? Si no tiene hambre es que no necesita comer más y esto puede suceder por muchos motivos. Algunos pueden ser:

  • Que en la comida anterior haya comido bastante y todavía no necesite comer.
  • Que esté comiendo acorde a lo que necesita (y sus necesidades sean bajas) pero nosotros consideramos que no es suficiente.
  • Que no le guste. En ese caso ya comerá más cantidad en la siguiente comida, aunque es raro que no le guste absolutamente ningún ingrediente del plato.
  • Que esté enfermo. Y en este caso, la enfermedad no se solucionará obligándole a comer, sino que ya comerá más cuando esté mejor o curado (y su enfermedad no se corrige comiendo), y compensará los días que ha comido de menos. ¿O acaso a los adultos no nos pasa, que cuando estamos enfermos comemos menos?

Se ha demostrado que cuando los niños comen la cantidad que quieren del alimento que quieren, sin que ningún adulto intente controlar su ingesta (es decir, cuando se les da de comer hasta que cierren la boca, sin la menor insistencia), el crecimiento de los niños es normal y su ingesta de nutrientes adecuada a medio plazo, así como su ingesta media de calorías diarias, aunque las variaciones de una comida a otra pueden ser tremendas. Así, los niños pueden comer a veces muy poco y otras veces muchísimo, y pasan por rachas en las que comen solo uno o dos alimentos durante días, y luego ya no los quieren. De una u otra manera, al final se las arreglan para consumir una dieta equilibrada.

Así que la responsabilidad de los padres o cuidadores consiste en poner al alcance de los niños una oferta de alimentos saludables (la misma comida que come el resto de la familia), vaciar la casa de alimentos superfluos y predicar con el ejemplo de comer bien. Luego, que el niño decida qué cantidad y de qué alimento de los que se le ofrecen. Debes tener en cuenta:

  • No debes obligarle a comer algo que no quiere
  • No debes obligarle a comer más cantidad de la que quiere
  • No debes premiarle con un alimento superfluo si come lo que consideramos que debe comer
  • No debes darle algún alimento superfluo si no comió la comida para que no vaya “sin comer”
  • No debes hacerle una comida diferente a la del resto de la familia
  • No debes estar pendiente de cuánta comida está comiendo o decirle “venga, come solo hasta aquí”, sólo debes vigilar que no se atragante
  • No discutir con el niño a la hora de la comida, ni amenazarle si no come
  • No distraerle (por ejemplo con la televisión) para “enchufarle” la comida mientras

A estas alturas entenderás un poco más mi indignación sobre la publicidad del Pediasure… En su página web tienen incluso un test donde puedes comprobar según su criterio si tu hijo es uno de esos niños “Malcomedores”, para ello te mandan responder a las siguientes preguntas:

  1. Mi hijo es muy escrupuloso con la comida.
  2. Rechaza probar alimentos nuevos
  3. No quiere probar verduras u otros grupos de alimentos
  4. Mi hijo tiene obsesión con algunos alimentos y otros los rechaza por completo
  5. Mi hijo se “porta mal” durante las comidas.
  6. Come con excesiva lentitud, hay que rogarle…

Es gracioso, porque si tu hijo es “normal” hará todas o varias de estas cuestiones a lo largo de su infancia, por lo que según este test prácticamente todos los niños comen mal. Incluso plantean como problema que el niño coma muy lento y proponen rutinas para que el niño cambie sus hábitos y coma más rápido ¿Desde cuándo es mejor para el niño que coma más rápido?

El colmo ya es cuando definen según su criterio qué es un niño que come mal: “Cuando come muy poco, excesivamente lento y en un número pequeño de comidas” y:

  • “Estos niños pueden tener un desarrollo físico normal, y no verse reflejado cuando se les mide en las tablas de crecimiento (en peso y talla).” Si tienen un desarrollo físico normal… ¿Cuál es el problema entonces?
  • “No todos los niños que comen mal tienen bajo peso o por el contrario, sobrepeso. Tener malos hábitos alimentarios no siempre se traduce en un peso alterado.” Pues nada, si tienen sobrepeso, vamos a darle más comida en forma de suplemento.
  • Lo describen como un “suplemento alimenticio que permite de este modo que los padres estén más tranquilos y puedan ejercer mucho mejor una correcta educación alimentaria-nutricional”.

Tranquilizar a los padres no es darle lo que ellos consideran que el niño tiene que comer, sino explicarles lo que el niño necesita realmente. Y… ¿Con un suplemento se ejerce mucho mejor una correcta educación alimentaria? ¿Es broma, no?

También nos cuentan que “tomarlo a diario le ayuda a crecer sano y fuerte” y que el producto está “específicamente formulado para cubrir sus necesidades nutricionales” Entonces… ¿Todos los niños mayores de un año tienen exactamente las mismas necesidades nutricionales?

Y que “puede consumirse el tiempo que haga falta. Al ser un alimento no es necesario interrumpir su consumo”. Claro que sí, y así sigo yo haciendo caja mientras tu hijo come algo que no necesita. Di que sí.

Termino con la frase que da título al post. Nos dicen que “uno de cada dos niños deja parte de comida en su plato”. Primero, no tengo constancia de ningún estudio que haya revelado ese resultado y en la web no nombran cómo han llegado a esta conclusión. Pero igualmente, aunque existiera. ¿Y qué? ¿Qué pasa si el niño no come todo lo que nosotros le hemos servido? Pues pasa que le hemos servido demasiada cantidad para lo que el niño necesitaba comer en ese momento. Sin más.

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16 COMENTARIOS

  1. ¡Qué gusto Lidia!
    La verdad es que con la segunda carga del Pediasure me daban ganas de escribir una continuación de la primera parte (http://wp.me/p1X46Y-4U). Pero con este post tuyo ya está completado más que de sobra.

    Sin duda este tipo de productos son «el fracaso» de la educación alimentaria, y se publicitan tan alegremente que llegas a pensar qué clase de escrúpulos hay detrás de estas empresas.

    En fin, a seguir denunciando 😉

  2. Simplemente, GRACIAS.

    PD: Si un niño de cada dos deja parte de su comida en el plato, significa que un padre de cada dos pone raciones demasiado grandes.

  3. Hola,
    Estupenda entrada, la verdad que cada vez que veo el anuncio me da mucha rabia, ya mis niños de escucharme cuando lo ven ellos dicen ‘Tonterías’.
    Lo dicho genial entrada gracias por contarlo tan claro.
    Un saludo
    Agus

  4. un articulo muy interesante. Solo una aclaracion: estar en un percentil 25 no significa que el 25% de los niños pesen como el nuestro; significa que un 25% pesa menos y un 75% mas. Por todo lo demas, una explicacion sencilla, accesible a todos los publicos y bastante completa. Mi enhorabuena!

  5. Igual es porque se le ha puesto demasiado en el plato. O tambien porque no tienen tanta hambre ese día. Tambien porque no hacen 5 tomas o incluso 6 tomas. Yo no estoy a favor de suplementaciones de este tipo. Y si tenemos en cuenta la cantidad de obesidad infantil que no estamos encontrando igual el problema son los hábitos de alimentación, elección de alimentos…. mas que dejen comida en el plato. Y pensamientos terroristas como » no hay dejar nada en el plato» nos pueden hacer aborrecer alimentos en un futuro. La tranquilidad en la mesa, no comer con la tv puesta, comer toda la familia junta, conversar del día hacen tener una relación mas sana con la comida y a la larga salud.

  6. A mi lo que me sorprende y indigna es que este tipo de publicidad esté permitida. Dan a entender que la mayoría de los niños deberían tomarlo. Realmente indignante.

  7. Gracias por este artículo. No conocía la publicidad tan agresiva que los laboratorios Abbott están haciendo con este producto. He ido a ver la página web y como pediatra, me he quedado horrorizada. También me siento un poco avergonzada de que la Asociación Española de Pediatría no se haya posicionado públicamente en cuanto a este tema y no haya desmentido tajantemente las afirmaciones incorrectas que esta publicidad hace sobre la alimentación de los niños.
    Gracias por vuestro trabajo

  8. Se trata de un suplemento dietetico diseñado para casos de desnutricion, siempre que haya indicacion terpeutica… No para todo el publico…como si fuera un super aliento.
    Me encanto el post, lidia.

  9. Otra cosa que me indigna de este producto es que se anuncia en canales infantiles, entre anuncios de juguetes. No será la primera vez que escucho a padres diciendo que sus hijos creen que deben tomar esto porque no les gustan las verduras. Y no soy del ramo, supongo que los profesionales estarán más allá de hartos.

  10. Enhorabuena por la entrada. Había leido criticas al Pediasure, pero es que se merecen esas y mas ( y un toque de las autoridades tambien). Tengo mellizos de cinco años que van alternando todos y cada uno de los comportamientos de malcomedores que indican estos señores; jamas se me ha pasado por la cabeza que pudieran serlo, y tampoco lo aparentan.
    Mi estrategia para el futuro es insistir en que al menos prueben las cosas, y aunque al principio es un estress, que me ayuden a cocinar. Es divertido ver la cantidad de cosas que prueban espontáneamente, ¡hasta las masas crudas!.

  11. Ojalá mis familiares hubieran leído este artículo y puesto en práctica lo que bien explicas. Al menos no guardaría malos recuerdos relacionados con la hora de la comida, obligada siempre a comer lo que no me gustaba y cantidades excesivas, al igual que haber sido coronada como una niña malcomedora (aun estando sana) y tener que llevar esa cruz todavía a cuestas.

  12. Hola!
    Me he encontrado con éste artículo..y está muy bien de verdad, pero yo ya estoy harta de lidiar con el peque por el tema comida, tiene cuatro años y, empezamos con BLW, probaba todo y comía de todo, con dos años, dejó de comer lo que ya comía y se negó a probar cosas nuevas. Su dieta actual es de : frutas, lácteos, huevo y nuggets de pollo. punto! Yo le veo bien, no le veo decaído, no aumenta excesivamente de peso pero me da miedo que le falte algún grupo de nutrientes.Me niego a:por supuesto suplementar, obligarle a comer, a ponerle la tele y a camuflarle la comida u ofrecer recompensas. En casa no comemos mal así que no tiene malas referencias, simplemente dice que todo le da asco. ¿algún truco? ¿se pasará ésta etapa? Gracias

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