¿Cuáles son los efectos perjudiciales del consumo del alcohol? Cada nivel de consumo acarrea consigo unos síntomas. Desde una pequeña deshidratación hasta sufrir riesgo de padecer determinados tipos de cáncer. ¿Qué síntomas o efectos están asociados a cada grado de consumo de alcohol?
Muchísimas personas disfrutan del placer que supone beber cerveza, vino y otras bebidas alcohólicas cada día: les gusta su sabor, en algunos casos y a corto plazo no les supone perjuicios evidentes o muy graves, les desinhibe, ayuda a socializar y, provoca una liberación de dopamina que provoca adicción. Estos motivos hacen que en el mundo ahora mismo haya millones de personas que están pensando en sentarse a beber en la barra de un bar.
Hasta aquí, lo que puede estar haciendo que te apetezca o que necesites consumir alcohol. Pero los efectos perjudiciales del alcohol a nuestro cuerpo pueden ser muchos y diversos, además, la cantidad y la periodicidad con la que lo tomamos juega un papel muy importante de cara a los efectos.
Efectos perjudiciales asociados al consumo de alcohol
Te voy a explicar qué le pasa a tu cuerpo cuando bebes alcohol según la cantidad que tomes:
1. Consumo esporádico de alcohol
Si solo tomas alcohol esporádicamente no te aportará nada bueno y hay personas que incluso con esta ingesta esporádica ya pueden sufrir náuseas, acidez, heces un poco más sueltas y deshidratación la mañana siguiente.
2. Consumo periódico de alcohol
¿Qué sucede frecuentemente cuando este consumo llega a casi todos tus momentos de socialización? Terraceo con amigos, cenas los fines de semana, etc. Aquí, además de sufrir todos o alguno de los efectos anteriores, puede aparecer gastritis y esta ingesta ya puede estar implicada en un posible aumento de peso y además puede empezar a experimentarse una dependencia al asociarse el alcohol con cualquier momento de socialización o diversión.
3. Consumo frecuente o habitual de alcohol
¿Y qué pasa cuando ese alcohol llega a tu nevera y tu mesa y en lugar de agua comes cada día con vino o cerveza?. Pues además de las consecuencias anteriores, tendrás más números de sufrir una alta presión arterial, obesidad, problemas de memoria, depresión, dependencia, úlceras gástricas y enfermedades cardiovasculares que pueden poner en riesgo tu vida. Este riesgo se incrementará en función de tu edad, peso, actividad física y la suma de posibles patologías que puedas padecer.
4. Adicción al alcohol
Vamos un paso más allá, si tu consumo de alcohol es compulsivo y no logras limitarlo, ya estamos hablando de una adicción. Además de poder sufrir los síntomas anteriormente descritos, tendrás más riesgo de sufrir determinados tipos de cáncer, problemas de salud mental como la psicosis, disfunciones sexuales, enfermedades del hígado como la cirrosis, alteraciones del sueño, ralentización en el flujo de absorción de nutrientes y fluidos y por tanto malnutrición.
Estos son los cambios que le puede pasar a tu cuerpo por el consumo de alcohol. Como hemos visto, cuando el consumo es habitual los riesgos para la salud se vuelven muy serios.
No consumiendo alcohol o reduciendo mucho tu consumo, tienes menos posibilidades de sufrir los síntomas y enfermedades graves descritas.
Los efectos beneficiosos presentes en la uva no compensan, ni mucho menos, los efectos perjudiciales del consumo de ese alcohol
¿Una copa de vino es saludable?
Para acabar, mencionar que es importante no dejarse llevar por el confuso mensaje de “una copa al día es saludable” porque son mensajes que nos llegan a través de campañas de marketing diseñadas por la industria vinícola. Puedes estar seguro de que los efectos beneficiosos presentes en la uva no compensan, ni mucho menos, los efectos perjudiciales del consumo de ese alcohol presente en el vino o en cualquier otra bebida alcohólica.
Así que si te gusta mucho determinada bebida alcohólica y quieres disfrutar de ella de manera esporádica, es mejor que lo hagas sabiendo sus riesgos porque ello te ayudará a limitar su consumo.
Recomendación de la OMS
Ahora bien, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que no hay una cantidad “segura” de consumo del alcohol por debajo de la cual no haya riesgos. Por lo tanto, como profesional sanitaria mi recomendación de consumo es 0.
Por último, recordar que existen muchas alternativas al consumo de alcohol que pueden ser igual de placenteras, sin los efectos negativos para la salud y el bienestar. Como por ejemplo:
- Bebidas no alcohólicas, como agua con hielo y limón, agua con gas, batidos de frutas, tés y limonada
- Mocktails: Si te gusta el sabor de las bebidas alcohólicas, intenta hacer un cóctel sin alcohol.
Recuerda, NO necesitas alcohol para divertirte o relajarte.