¿Nos vuelve locos la comida?
Yo lanzo la pregunta y tú, ¿qué me contestas? ¿Puede la alimentación influir en nuestra salud mental? ¿Me voy a deprimir si solo como pan con Nutella?
Los trastornos mentales en general, y la depresión y trastornos de ansiedad en particular, representan una gran carga de discapacidad en todo el mundo. A pesar de que los fármacos han reducido moderadamente la cantidad de personas con estas dolencias, los indicadores sugieren que los trastornos mentales seguirán aumentando durante las próximas décadas.
La vida en la ciudad, el sedentarismo y esa dieta insana de oficina, de prisas, del no tengo tiempo y del no sé cocinar, están vinculadas a los aumentos de depresión y otros trastornos mentales. Consumimos mucho alcohol y azúcar, demasiado tabaco, alimentos procesados y pobres en nutrientes. Y así estamos, paradójicamente sobrealimentados y desnutridos a la vez. Con este estilo de vida, una gran parte de la población no ingiere las cantidades necesarias de vitamina B, zinc y magnesio, los cuales son nutrientes indispensables para el cerebro.
La mala salud física y mental tiene un determinante común crucial y este es la alimentación. SÍ SEÑORES, la dieta influye más allá que para adelgazar o hacer musculito. Pero esto no es todo, porque la afluencia cada vez mayor de estas enfermedades se traduce en importante gasto económico si esto no se para a tiempo.
Estudios recientes sugieren que algunos nutrientes son beneficiosos en el manejo de trastornos mentales. Los ácidos omega 3, el zinc, la vitamina B, ácido fólico y la vitamina D han resultado potencialmente beneficiosos en la depresión, trastornos post traumáticos y hasta en la prevención de la psicosis. Por otro lado, se ha asociado los síntomas depresivos con unos bajos niveles de zinc, por lo que este nutriente está empezando a tomar partido en los casos de depresión.
Por norma general y hasta ahora, la salud mental siempre ha sido tratada con medicación, dejando a un lado la alimentación y el ejercicio físico, los cuales son factores que efectivamente están relacionados con la aparición de los trastornos y con su tratamiento. Las personas que llevan una dieta basada en cereales integrales, fruta, verduras y legumbres y que además practican actividad física, disponen de mejor salud mental (y física) que las que no. El deporte es un gran aliado en la depresión, produce una placentera sensación que nos hace sentir indudablemente mejor. Aunque cada vez se evidencia más la relación entre la nutrición y la salud mental, aún hay mucho camino por recorrer.
Mens sana in corpore sano, a lo que añadiría el título (cambiado) de un libro:
“Más salmón y menos Prozac”.
Bibliografía
Nutritional medicine as mainstream in psychiatry
Hola!, muy interesante el articulo, alguna presentación en capsulas de zinc y de omega 3 que me puedes recomendar, ¿por otra parte que piensas de la probabilidad de contaminación por mercurio en salmón y oros productos del mar, espero respuesta, gracias!