
Cada vez son más los deportistas que practican varias disciplinas deportivas. Quieren mejorar su rendimiento y saben que una de las claves para conseguirlo es cuidar el peso y cumplir con los requerimientos nutricionales que sean necesarios. Para conseguir mejores resultados es indispensable tener una buena nutrición y por eso hoy dedicamos este artículo a la nutrición deportiva y a explicar cómo integrar la nutrición en un entrenamiento deportivo.
Es curioso que le prestemos más atención a detalles menores que a otros que son básicos. Me explico: se dedican cantidad de horas a entrenar, a descifrar métodos que le aporten al deportista un mayor rendimiento. Estamos dispuestos a invertir en el mejor equipamiento y tenemos a nuestra disposición un sinfín de tecnología para controlar todo tipo de parámetros. Analizamos a fondo las evoluciones, tanto del entrenamiento como de la competición, nos preocupamos por el desgaste y la recuperación. Y sin embargo, nos olvidamos de lo más básico: la gasolina.
Nutrición y rendimiento deportivo
Tener una alimentación adecuada y saludable nos ayudará a obtener mejores resultados deportivos. Es así: maximizará nuestro rendimiento físico y mental y además, nos ayudará a prevenir lesiones u otros problemas de salud. La alimentación no solo sirve para nutrir nuestras células con la energía correcta, también permite cubrir el gasto derivado del esfuerzo extra.
El secreto es que esa alimentación sea personalizada, sea la alimentación adecuada para ti, única, adaptada a tu gasto energético y que cubra tus necesidades. La nutrición deportiva debe garantizar el equilibrio nutricional de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables), micronutrientes (vitaminas y minerales) fibra y líquidos. Una buena nutrición es fundamental, tanto para disciplinas individuales como colectivas y permite desarrollar mejores entrenamientos físicos y mentales. La famosa frase mens sana in corpore sano. Y tu cuerpo estará sano si comes bien.
Los resultados de una alimentación adecuada
La importancia de comer bien se observa fácilmente cuando queremos conseguir objetivos reales. Una buena alimentación permite retrasar la fatiga, asegurando por ejemplo una buena hidratación, mejorar la composición corporal, gracias a una alimentación saludable y equilibrada que asegure un buen aporte de frutas, verduras, fibra y grasas saludables, ya sea con el objetivo de aumentar la masa muscular, con una ingesta calórica superior al gasto energético, o con la intención de disminuir el porcentaje de grasa. Acotar y definir los objetivos nos permite conseguir el desarrollo físico que deseemos en cada momento de nuestra fase de preparación.
Es importante destacar el papel que también desempeña a nivel mental y consecuentemente de salud, aunque es evidente que a la lista hará falta añadirle otros imprescindibles como una buena recuperación y un buen descanso.
El único secreto: personalizar la dieta del deportista
Somos una sociedad crítica. Hoy nos cuestionamos más cosas: buscamos un mejor enfoque, la manera más rápida de llegar al estado óptimo, nos informamos más, preguntamos, contrastamos. Sin embargo, tener más y mejor información nos hace creer que con una búsqueda rápida en internet encontraremos las mejores soluciones. No es malo, pero es insuficiente y no siempre sirve. Buscamos o oímos hablar de dietas, productos milagrosos e infinidad de opiniones. Lo que no nos preguntamos es si serán adecuados para nosotros, si es la mejor opción o si hay otra que puede ser más beneficiosa para lo que queremos conseguir.
Lamentablemente son pocos los profesionales que están cualificados en nutrición deportiva. Hoy puede cursarse el Grado de Nutrición Humana y Dietética en la universidad. Da el suficiente conocimiento para poder ejercer y tener conocimientos generales. Y después, la especialización. La nutrición deportiva es una de las ramas y opciones. Se pueden cursar post-grados, masters o un curso de nutrición deportiva y composición corporal como los que ofrece el Instituto ISAFF.
Y el conocimiento es clave, porque lo cierto es que no hay ninguna receta mágica que sirva para todos. Solo un experto en nutrición deportiva sabe qué es lo más adecuado para cada uno. Cada persona es un mundo y cada uno necesita distintas pautas nutricionales. Ni sirven las mismas cantidades, ni sirven los mismos productos, ni las mismas recetas. Por lo tanto, confiemos en la nutrición y démosle la entidad que merece. Igual que acudimos a un especialista cuando nuestro cuerpo nos envía alguna señal de dolor, busquemos a un especialista en nutrición cuando nos marquemos nuevos retos. Lo conseguiremos de manera sana, lógica y con nuestro cuerpo de aliado.
Un buen plan nutricional que complemente tu actividad física
Ahora que sabes que es importante personalizar, lo único que hace falta es planificar según tus objetivos. Será necesario:
- Ajustar un plan nutricional a la fisiología, somatotipo y valores antropométricos específicos del deportista.
- Evaluar el consumo energético en base a la disciplina deportiva específica y según el objetivo marcado.
- Adaptar las estrategias nutricionales a cada modalidad deportiva. Prestando atención al Nutrient timing, qué comer antes, durante y después.
- Asegurar una buena hidratación, según las condiciones de entrenamiento y las condiciones ambientales.
- Utilizar la suplementación, en algunas disciplinas, para potenciar el rendimiento deportivo.
Lo más difícil, empezar
Como en todo, lo más difícil es siempre el primer paso. Los resultados de una nutrición adecuada son tan notables y el cuerpo lo agradece tanto que es fácil aprender a entrenar la alimentación. Sentirás que tienes más vitalidad, que estás lleno o llena de energía y sin ninguna carga extra. Como dice Ricky Rubio, jugador de baloncesto con una larga carrera en la NBA: “no soy el mejor en nada, pero puedo mejorar en todo”. Y la mejor noticia es que puedes empezar hoy mismo, porque solo depende de ti.
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