El frío empieza a apretar y como cada año, estamos ya rodeados de publicidad que nos aconseja comprar suplementos para mejorar nuestras defensas, un objetivo que se puede lograr con una alimentación adecuada. Si queréis aprender a mejorar las defensas, en este artículo te voy a explicar cómo hacerlo y si es mejor emplear suplementos o alimentos.
El papel de nuestro sistema inmune (nuestras defensas) es proteger el cuerpo de agentes patógenos como virus o bacterias que puedan dañarlo. Como ahora verás, una nutrición óptima es esencial para un buen funcionamiento del sistema inmune.
Suplementos vs alimentos
En líneas superiores he hablado de «nutrición óptima» y no de «nutriente», porque hay muchos nutrientes implicados en la salud del sistema inmune y todos deben aportarse en suficiente cantidad. Por esta razón, hacer foco solo en uno de ellos, como hacemos cuando tomamos suplementos, no va a solucionar el problema.
Por ejemplo, se necesitan nutrientes con capacidad antioxidante para la proliferación de células del sistema inmune o para controlar la inflamación. Estas funciones las cumplen nutrientes como las vitaminas A, C, D y E, algunas del grupo B o minerales como el hierro, cinc, selenio y cobre, y los ácidos grasos omega-3.
La mayoría de los nutrientes los vamos a lograr con una alimentación completa y variada día tras día, rica en alimentos de origen vegetal y con la presencia regular de pescado azul.
La vitamina C y D
En algún caso se ha visto que aportar una cantidad superior a la ingesta diaria recomendada de ciertos nutrientes podría aportar algún beneficio mayor. Es el caso de la vitamina C y D.
- Una ingesta extra de vitamina C podría reducir ligeramente la duración del resfriado común, o puede ayudar a reducir la aparición de resfriados en personas con estrés físico intenso, como por ejemplo corredores de maratón. El kiwi Zespri SunGold se sitúa a la cabeza de la lista de frutas y verduras ricas en vitamina C, por encima de naranjas fresas, brócoli o tomate. Así que añadir esta fruta a tu alimentación de forma diaria te aportará un extra de vitamina C que ayudará a reforzar la salud de tu sistema inmune.
- Se ha observado que un bajo nivel de vitamina D está relacionado con un mayor riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior. Por esta razón se recomienda aumentar su consumo y valorar el estatus de vitamina D, especialmente en invierno, ya que esta vitamina se puede sintetizar en la piel tras la exposición al sol. La vitamina D se encuentra naturalmente en unos pocos alimentos, como algunos pescados azules (caballa, salmón o sardinas), aceite de hígado de pescado o huevos.
Así que, antes de pensar en suplementos, revisa tu alimentación, procura tomar suficientes frutas y verduras, toma a menudo cereales integrales, legumbres y grasas saludables como el aceite, el aguacate, los frutos secos y el pescado azul. E incluye de forma regular alimentos ricos en vitamina C como por ejemplo el kiwi Zespri SunGold.
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Artículo patrocinado dentro del marco de la campaña #kiwisZespri y #alimentatuvitalidad.
Photo de Kristin Vogt