El pasado Halloween decidimos publicar unos cuantos etiquetados que dan verdadero terror a las nutricionistas de Alimmenta. La excusa era compartir etiquetados poco saludables, con exceso de grasas y azúcares, a través de un Story de nuestra cuenta de Instagram . En este artículo queremos aprovechar ese material para explicar por qué vale la pena ir a comprar con tiempo y/o recurrir a las gafas de cerca, para leer bien qué estamos comprando, sobre todo si son alimentos que compramos con frecuencia.
Ecológico no es sinónimo de saludable
La dietista-nutricionista Cristina Lafuente ha elegido este etiquetado de cereales ECO «por la cantidad de azúcar que contiene». Al tener el certificado de producto ECO muchas personas lo relacionan con un alimento más sano y automáticamente dejan de leer el etiquetado, pero el azúcar es el segundo ingrediente «aportando 48g de azúcar por 100g de producto».
¿Vitaminas o azúcar?
Cuando la dietista-nutricionista Marisa Burgos entró hace unos días en la farmacia para comprar un medicamento, le llamaron la atención estos sobres de «vitaminas». Según Marisa, nos venden «vitaminas, minerales y omega 3, un producto disfrazado de jalea real que en realidad, como se puede leer en la etiqueta, es azúcar más azúcar«. Marisa concluye su crítica con una reflexión: «Sé que vivimos en un mundo incoherente, ¿pero una farmacia no debería procurar mejorar la salud de las personas?».
Cómo disfrazar un postre de producto saludable
Cuando Laia Gómez ve que en el packaging de un postre chocolateado se destaca un contenido de «0% o 0’9% de grasa» activa todos sus radares: «Podemos creer que al tener tan poca grasa es una opción de consumo habitual y saludable, pero su etiqueta revela que el tercer ingrediente es el azúcar«. Además, la nutricionista de Alimmenta señala que «cada envase contiene la escalofriante cifra de 15g de azúcares simples y por lo tanto, aunque tenga poca grasa es una alimento malsano que, si queremos consumir ,deberá ser de forma ocasional».
¿Nos podemos fiar de una crema con verduras de temporada?
A Carme Ferrer le llama la atención que una crema de calabaza industrial, que habitualmente se compra cuando uno tiene la intención de consumir verdura, incorpore solo un 23% de calabaza. Carme explica que hay algunas cremas de verduras con un «contenido total de verdura de alrededor de un 40 % , al que añaden nata, mantequilla, almidón modificado, sal, azúcar, grasa láctea…etc.» El consejo de la nutricionista: «Prepararte tu propia crema de verduras para asegurarte de que únicamente contiene verdura».
¿Unas barritas de cereales son siempre un snack saludable?
Para Vanesa Rus, «es terrorífico que productos que aparentemente se venden como sanos, acaben siendo totalmente lo contrario. Por ejemplo, en estas barritas «sólo el 48% es avena integral, el resto, más de la mitad de las barritas, está compuesto por ingredientes muy poco saludables«. La dietista-nutricionista de Alimmenta en Sabadell añade a su crítica que «el segundo ingrediente después de la avena es el jarabe de glucosa y fructosa, que no es más que un líquido dulce similar al azúcar, seguido de ingredientes como grasa vegetal refinada, jarabe de glucosa, sal…etc.» En total «contiene 24,7 g de azúcar por 100g«, concluye Vanesa.
Un hummus que no lleva solo garbanzos
La etiqueta que comparte Sara Martínez es de un producto con una «supuesta alegación nutricional saludable en su etiquetado». A Sara le llama la atención que destaquen la presencia de aceite de oliva virgen extra, algo que puede indicar que es más saludable. Pero la nutricionista de Alimmenta advierte que «si miramos su listado de ingredientes, solo contiene un 2% de aceite de oliva y un 62 % de garbanzos».
¿Fruta deshidratada o fruta azucarada?
A Yaiza Molina le parece chocante «ir con la idea de comprarte un snack saludable y al dar la vuelta al envase, ver que han añadido azúcar a la fruta deshidratada». Para la nutricionista de Alimmenta en Mataró, es mucho mejor incorporar a la dieta la pieza de fruta natural. Además, así «te ahorrarás el azúcar y podrás disfrutar de su propio aroma y no del añadido».
El embutido de pavo no siempre es una buena opción
Para la dietista-nutricionista Aina Huguet, la composición del embutido de pavo puede llegar a ser de pésima calidad: «Podemos pensar que desayunar embutido de pavo es la manera más saludable de empezar el día pero el porcentaje de pavo de este envase es de solo el 70%, el otro 30% restante es agua, sal, azúcar, proteína de soja y aditivos varios«. La dietista-nutricionista de Alimmenta concluye diciendo que «otro factor que hace que la composición nutricional de este producto sea pésima, es la cantidad de sal que contiene que son 2g de sal por cada 100g de embutido, cantidad que corresponde al 40% de la sal que tenemos que consumir en todo el día» .
¿Es saludable desayunar cada día cereales con un montón de azúcar?
A Jessica Hierro le indigna ver etiquetados como el que aporta a este artículo. Se trata de un cereal de desayuno destinado principalmente a niños y encima se anuncia como un cereal “sin colorantes ni aromas artificiales” y “sin aceite de palma”. Su packaging también advierte que “un desayuno equilibrado incluye cereales, leche y fruta”. En el reverso de la caja leemos que “los cereales integrales son el primer ingrediente”, sin embargo no nos informa de que este tipo de cereal sólo supone el 50% de la cantidad total que contiene. La nutricionista de Alimmenta advierte que «tampoco nos dice que de cada 100g de cereal, 28,8g son de azúcares». Jessica se pregunta si «es correcto que un producto con esta composición nutricional pueda escribir en su envoltorio que en un desayuno equilibrado se recomienda incluir un cereal como éste». Con estas afirmaciones el fabricante busca dar una imagen de producto saludable cuando en ningún caso lo es y por tanto «no debería formar parte de la alimentación de una persona y mucho menos de un niño», concluye la nutricionista.
¿Golosinas ecológicas?
Acabamos este artículo como lo empezamos, advirtiendo de que no hay que tener confianza ciega en lo ecológico. A Adriana Oroz le «asusta pensar en la gran cantidad de personas (padres, madres, abuelos o abuelas…) que compran estas gominolas pensando que resulta una opción saludable». La nutricionista nos invita a fijarnos en su lista de ingredientes: «Lo primero que lleva es sirope de maíz, azúcar de caña, gelatina… en definitiva, azúcar libre. Ecológico no es siempre sinónimo de saludable y menos unas chucherías. Este tipo de productos, mires por donde lo mires, siempre serán alimentos ricos en azúcares simples y por lo tanto, nada saludables ni recomendables.»