Desde que el mundo es mundo la alimentación ha ido cambiando según los modelos de sociedad, si en siglos anteriores la alimentación se basaba en subsistencia, hoy en dia está reconocido que la gastronomia es un arte de la mano de grandes cocineros/as; pero el dia a dia de cada casa es diferente, con la incorporación de la mujer en el mercado laboral nuestros hábitos culinarios han cambiado. Atrás dejamos los fogones humeantes de nuestras madres y abuelas pasando a la cocina rápida y los platos precocinados.
Los dietistas y nutricionistas proclaman que abusar de los platos preparados es lanzarse a una cocina que no contiene los nutrientes básicos y que los conservantes, colorantes, etc ( tan habituales en todos estos productos ) sean el ingrediente más común degradando poco a poco nuestra flora intestinal, pervirtiendo nuestras digestiones e intoxicando nuestros órganos.
Cocinar en nuestras casas no tiene por qué ser un problema -según mi propia experiencia-. A pesar de la dificil conciliación familiar y laboral que existe, nuestra despensa se ha de abastecer de muchos de los productos de temporada que tenemos en el mercado y con ello elaborar los platos del dia a dia.
Cocinar no es un pérdida de tiempo, es dar a los tuyos nutrientes, amor, comunicación y salud. Seguramente las/los cocineros caseros no se sienten recompensados en su esfuerzo pero estamos todos de acuerdo en que la nutrición es el pilar básico de nuestra cultura alimentária y asi lo tenemos que defender.
Os animo a acercaros más a los fogones, nuestra buena salud está en juego.
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