Estamos metidos de lleno en Navidades y a un paso para estrenar año nuevo. A las comilonas y al desajuste horario de las vacaciones navideñas se suman las bebidas alcohólicas, un cocktel explosivo fuera de control y de calorías vacías que si no se tienen en cuenta acabarán pasándonos factura en forma de kilos de más.
La realidad es que una de las formas más populares y tradicionales de dar la bienvenida al año entrante es brindar con una copa de champán o de cava. No sería nada abusivo ni contraproducente si nos tomáramos sólo esa copa asociada al brindis, pero si analizamos la cena previa y las bebidas con las que hemos acompañado el menú nos habremos bebido como mínimo: un chupito o unas cervezas con el aperitivo, unas copas de vino durante la comida, unos anises, vino dulce o cremas de licor en los postres, brindamos tras las campanadas con cava/champán y más tarde celebras y sigues con la tradición, incrementando el grado alcohólico en sangre, la intoxicación etílica y las calorías vacías asociadas.
¿Cuántas calorías bebemos?
Si no queremos arruinar una noche espectacular, nuestra salud y nuestra línea debemos ser comedid@s y tener en cuenta lo que comemos pero también lo que bebemos. Analizamos las calorías vacías que nos aportan las bebidas alcohólicas y refrescos en la siguiente tabla:
*OJO a los licores con nata, además de las calorías vacías del alcohol hay que sumar azúcares y la propia nata, por lo tanto su valor calórico se incrementa.
Ya tenemos el ranking de las bebidas más calóricas, ahora podemos elegir con sabiduría y responsabilidad sin olvidar las tradiciones pero sin convertir “el día siguiente” en la tradición de la resaca. Os recomiendo que optéis por ser moderad@s o elijáis bebidas no alcohólicas y sin azúcar, refrescos light o bebidas aromatizadas tipo infusiones con frutas, especias y edulcorantes bajos en calorías para no desequilibrar la dieta.
Beben y beben y vuelven a beber.
Si lo has pasado en grande y la resaca hace acto de presencia es hora de desmontar un falso mito: la resaca no se elimina con más alcohol como popularmente y todavía algunas personas creen. Beber más genera más intoxicación etílica, más resaca, más deshidratación y más daños a tu organismo.
«Recuerda: ¡Si bebes no conduzcas!»
Di adiós a la resaca.
Para evitarla un truco básico: no beber alcohol. Pero si ya estás afectado/a hay ciertos alimentos y hábitos que nos ayudan a desintoxicarnos, reponer electrolitos y paliar los síntomas:
- Después de una ingesta abusiva de alcohol el organismo está deshidratado y necesita muchos líquidos para reponerse, por eso es importante que bebamos mucha agua aún cuando no somos conscientes de los típicos síntomas de intoxicación etílica, es decir, entre copa y copa mejor beber agua y esperar un rato para beber la próxima copa, así le damos tregua al cuerpo para que vaya asimilando poco a poco el alcohol.
- Al día siguiente una buena forma de hidratarse e ir eliminando la resaca es tomar sopas o caldos vegetales que también nos aportarán minerales y electrolitos necesarios para la reposición. También es muy recomendable la ingesta de vitaminas antioxidantes que podemos incorporar en forma de zumos frescos recién exprimidos o fruta fresca.
- Vitaminas del grupo B. Ayuda a eliminar los residuos del alcohol que se quedan en el organismo y nos causan el malestar. Estas vitaminas las podemos encontrar en alimentos de origen animal y vegetal. Cuando existe intoxicación etílica grave o coma etílico los sanitarios se encargan de administrar por protocolo una serie de vitaminas del grupo B y suero glucosado. Una alimentación equilibrada el día posterior nos aportará más beneficios que la comida basura (cosa que suele apetecerse más ante esta circunstancia).
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La piña, las alcachofas o las verduras y frutas en general. Algunas verduras y frutas aportan enzimas y nutrientes diuréticos que nos ayudan a eliminar mejor el alcohol, además su contenido en agua nos hidrata los tejidos.
- Dieta blanda y equilibrada. Después de una jornada de abusos con el alcohol se hace recomendable y necesario recobrar nuestro estado normal y tratar con alimentos suaves nuestra mucosa gástrica que estará más que resentida e irritada. Pescado blanco, carne magra y verduras hervidas o al vapor, aliñadas con aceite de oliva en crudo, frutas hervidas o asadas, yogures naturales, pan blando, zumos no ácidos, caldos vegetales o infusiones digestivas endulzadas con miel son buenas opciones para restablecer el equilibrio de tu estómago y del organismo en general.
- Siempre nos quedará el paracetamol, la botella de agua y la cama para reponernos completamente.
Sigue los consejos saludables también en fiestas para entrar en el 2016 con una salud envidiable.
¡Feliz Año Nuevo y Salud para tod@s!