El mundo del té : Beneficia-te

beneficios del te

¿No os ha pasado alguna vez la situación de ir a merendar con unos amigos y que os apetezca tomar un té? Y en ese mismo momento, ¿no os ha asaltado la duda de si pedir té rojo o té verde? ¿Qué cuál será mejor?

El té, esa planta que todos conocemos y que en mayor o en menor medida, a grosso modo, sabemos que aporta beneficios a nuestro organismo, pero ¿qué clase de beneficios? Además, por otro lado, también nos hacemos cuestiones como ¿aportan todos los tipos de té el mismo beneficio? ¿En qué se diferencian? ¿Cuál es considerado el mejor que debemos tomar y cómo para sacar el máximo rendimiento a sus propiedades? Pues bien, todas estas preguntas tienen sus respuestas y este artículo se encargará de darlas.

Beneficios del té

Independientemente del tipo de té que hablemos, todos se obtienen a partir de las hojas y yemas recolectadas de la planta conocida como Camellia sinensis. Su peculiar composición es la responsable de los beneficios que se le atribuyen a esta bebida. Está compuesto por más de 4.000 compuestos bioactivos, de los cuales, un tercio está representado por polifenoles. Éstos son en su mayoría flavonoides, que son compuestos antioxidantes con efecto antiviral, antibacteriano, anticancerígeno y, además, son los responsables del sabor astringente y amargo tan característico del té. El resto de los componentes del té lo constituyen bases xánticas, aminoácidos, minerales, carbohidratos, proteínas, flúor y sustancias volátiles, siendo éstas últimas las que confieren olor al té.

Una vez recolectadas las hojas de té, es el proceso de tratamiento al que son sometidas el que determinará el tipo de té final. Entre estos tipos, los principales son el té verde, rojo, negro y blanco.

Té verde

Es el tipo de té considerado prácticamente como “medicina natural” puesto que es el único que no sufre un proceso de fermentación durante su procesamiento, lo que hace que conserve sus componentes naturales prácticamente como en su estado natural.

Es el tipo de té del que se posee mayor información hasta el momento sobre sus propiedades, de las cuales podemos destacar las siguientes:

–         Combate el mal aliento por la reducción de hidrógeno sulfurado

–         Efecto positivo en la salud bucodental debido a la elevada concentración en polifenoles que contiene y que le confieren un efecto inhibitorio en el desarrollo de Streptococcus mutans, reduciendo así la formación de placa bacteriana, y provocando un rápido desprendimiento de los residuos formados por la poca adherencia.

  • Igualmente, esta elevada concentración en compuestos antioxidantes proporciona protección frente al cáncer de esófago, de próstata y hemopatías malignas. Igualmente, previenen al organismo del envejecimiento prematuro.
  • Hay cierto acuerdo (aunque no unanimidad en todos los estudios) en sus propiedades protectoras frente a patologías cardiovasculares, mostrando la mayoría de las veces una relación dosis-dependiente con el consumo de té verde. Entre estas propiedades destacan una reducción de la mortalidad, reducción de los niveles de triglicéridos y una reducción del riesgo de padecer un ictus. De hecho, se ha demostrado que con el consumo rutinario de té verde junto a una dieta equilibrada se estima una reducción de un 11% en las tasas de colesterol total y un 16% de las tasas de LDL- colesterol.
  • Algunos estudios hablan de un efecto positivo en la diabetes Mellitus tipo II.
  • A pesar de su uso enormemente extendido para la reducción de peso y grasa corporal, pocos estudios demuestran este efecto y, si lo demuestran, se trata de resultados que no son estadísticamente significativos y clínicamente irrelevantes.

Té oolong

También conocido como té azul, se caracteriza por sufrir un proceso de fermentación parcial. Debido a este proceso de semifermentación conserva un contenido relativamente bueno en sustancias antioxidantes, lo que lo hace idóneo para aquellas personas que padezcan de enfermedades cardiovasculares, ayudando a reducir el riesgo de ictus isquémico.

Té blanco

Es considerado como el más exquisito y refinado. En lugar de las hojas enteras, solo se recogen las yemas, cubiertas por un vello blanco que es lo que da nombra a esta variedad de té. No sufren proceso de fermentación, sino que se dejan marchitar mediante un proceso de ventilación controlada y se secan a baja temperatura.

El té blanco tiene prácticamente las mismas propiedades que el té verde, aunque su contenido en teína es menor.

No obstante, su fama se debe principalmente a:

  • Sabor suave y aroma delicado.
  • Gran efecto antioxidante con elevadas concentraciones en vitaminas E y C naturalmente presentes.

Té negro

Durante su procesamiento sufre un proceso de fermentación total, lo que le confiere ese color tan oscuro.

Sus propiedades a destacar son:

  • Efecto protector importante en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson y sobre la pérdida de densidad mineral ósea.
  • Es el té que contiene mayores concentraciones de teína.
  • Es muy aromático y amargo.
  • Su elevada concentración en taninos los convierte en un remedio natural para combatir la diarrea.
  • Posee un fuerte efecto diurético, por lo que es recomendable para aquellas personas que sufren retención de líquidos.

Té rojo

Se trata de un té postfermentado. Sus hojas quedan semifermentadas y requieren un largo proceso de maduración en bodegas. Este proceso puede llegar a durar varios años y es el responsable de color rojizo y del sabor fuerte y terroso tan característico del té rojo.

De entre sus propiedades, la más renombrada es su papel en el metabolismo de las grasas actuando como un “devorador de grasa” natural. Varios estudios afirman que actúa como una especie de refuerzo para el hígado, ayudándolo a metabolizar las lipoproteínas y, por otro lado, que también ayuda a la digestión de los alimentos grasos.

Finalmente, podríamos concluir resumiendo este artículo con un proverbio chino que dice así: “Beber una taza de té al día hará morir de hambre al farmacéutico”.

Bibliografía

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