Hay nutrientes que son esenciales para nuestra salud. Por lo tanto, también los son para nuestra vida. Uno de ellos es la vitamina D, seguro que has escuchado hablar sobre su papel en el mantenimiento de una buena salud ósea. Sin embargo, otra de sus funciones está relacionada con el sistema inmune. Es precisamente por su implicación en la respuesta inmune por lo que se está investigando la relación de la vitamina D con el COVID-19.
Vitamina D y vitamina K: nutrientes esenciales para la vida
Entre los nutrientes esenciales para la vida encontramos las vitaminas, los minerales, los aminoácidos y los ácidos grasos esenciales.
En cuanto a las vitaminas, destacamos la vitamina K. Cuando nacemos, necesitamos una inyección de vitamina K para evitar peligrosas hemorragias en el recién nacido. Esta administración esta protocolizada en todos los hospitales y asegura un buen funcionamiento de la coagulación sanguínea en el bebé.
Actualmente, y debido a la baja exposición solar por nuestro estilo de vida actual, también es necesario la suplementación de con Vitamina D. Desde los primeros días de vida y como mínimo durante un año, se suplementa a los bebés con una dosis de 400 UI por día.
¿Por qué es necesaria la suplementación con vitamina D?
La suplementación con vitamina D durante los primeros meses de vida es fundamental porque interviene en:
- El desarrollo óseo a través de la absorción intestinal y fijación del calcio en los huesos.
- El funcionamiento del sistema nervioso, cardiovascular y hormonal.
- El incremento de la fuerza muscular.
- La regulación del sistema inmunitario.
El papel de la vitamina D en el sistema inmune
Se ha observado que un buen status de Vitamina D puede ofrecer mayor protección y disminuir la gravedad de las infecciones agudas. Esto se produce, probablemente, a través de la regulación del sistema inmunitario.
A raíz de estas observaciones, en el Hospital Reina Sofía, se efectuó un estudio para investigar sobre el COVID-19. Se trató de un estudio abierto, aleatorizado, a doble ciego. El objetivo del estudio era valorar la acción de la vitamina D sobre la infección respiratoria asociada al COVID-19.
Lo que dicen los estudios sobre la vitamina D y su relación con el COVID-19
El estudio se realizó en 76 pacientes que recibieron el mismo tipo de tratamiento protocolizado contra el COVID-19 con hidroxicloroquina y azitromicina. A 50 de estos pacientes se les administró, además, una dosis inicial de 0,532 mg de calcifediol o 25-hidroxivitamina D y, posteriormente, una dosis de 0,266 mg diarios.
Los resultados que se obtuvieron sobre la relación del COVID con la vitamina D fueron los siguientes:
- Dentro del grupo suplementado con vitamina D, solo una persona requirió ingreso a la UCI.
- En el grupo que no fue suplementado con vitamina D, 13 personas necesitaron cuidados intensivos.
- El ensayo demostró que la administración de dosis altas de Vitamina D, en el transcurso de la hospitalización, redujo de manera significativa la gravedad de la enfermedad.
Es importante tener en cuenta que los ensayos clínicos aleatorizados como el que mencionamos en este artículo, tienen un alto nivel de evidencia científica. De todos modos, también son necesarias más revisiones sistemáticas y metaanálisis para alcanzar el grado máximo de evidencia científica.
¿De dónde puedo obtener la vitamina D?
La mayor parte de la vitamina D la sintetizamos a través la acción de los rayos solares sobre nuestra piel. Por este motivo, una exposición de unos 20 minutos diarios y sin uso de protector nos podría ayudar a alcanzar unos niveles normales. Aunque hay alimentos como los huevos, el pescado azul, las setas y los lácteos que contienen vitamina D, el aporte suele ser insuficiente.
En cuanto al resto de vitaminas como la A, C y la E también tienen un efecto positivo en nuestra salud y en nuestra inmunidad. Sin embargo, estas son más fáciles de obtener a través de la alimentación.
Entonces… ¿tengo que tomar suplementos de vitamina D?
Si eres adulto y crees que la vitamina D evitará el contagio de COVID 19 recuerda que esto no va a ser así. Sin embargo, tener valores sanguíneos adecuados en sangre, entre 30 y 50 ng/ml si te ayudarán a mejorar tu inmunidad y tu salud si hay deficiencia. Por lo tanto, lo primero que deberíamos hacer es conocer nuestros niveles sanguíneos. A partir de allí valorar la suplementación con el asesoramiento sanitario correspondiente.
Si tienes un bebé, sigue las prescripciones que te han dado en el hospital sobre suplementación de la vitamina D en el primer año de vida. Posteriormente, consulta con el profesional sanitario sobre la continuidad o no de la suplementación.
Por último, hay que tener presente que la Vitamina D es una vitamina liposoluble. Esto significa que puede originar toxicidad si consumimos suplementos en exceso. El exceso de vitamina D puede provocar síntomas gastrointestinales como estreñimiento y vómitos, así como una alta concentración de calcio en sangre. Si se mantiene en el tiempo puede dañar el riñón, huesos y los tejidos blandos. Por este motivo, la recomendación es que acudas a un profesional sanitario antes de tomar cualquier tipo de suplementación.
Bibliografía
– Entrenas Castillo M, Entrenas Costa LM, et al. «Effect of calcifediol treatment and best available therapy versus best available therapy on intensive care unit admission and mortality among patients hospitalized for COVID-19: A pilot randomized clinical study» Steroid Biochem Mol Biol. 2020 Oct;203:105751.
– Jovic TH, Ali SR, Ibrahim N, et al. Could Vitamins Help in the Fight Against COVID-19? Nutrients. 2020 Aug 23;12(9):2550.
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