Claves para evitar el «efecto rebote» después de perder peso

Conceptos de dieta para perder peso

El efecto yoyó o de rebote no es un mito ni una fantasía, es un problema real. Se trata de un efecto negativo que aparece cuando se comenzamos un plan de alimentación específico para bajar de peso y en lugar de eso obtenemos como resultado algunos kilos de más. En ciertas dietas, el efecto rebote es muy alto; es decir, que ganamos aún más peso de lo que perdimos y a consecuencia de eso caemos en un círculo en el que bajar un poco de peso se hace cada vez más difícil. 

Por qué se produce el efecto rebote o yoyó 

Pero… ¿Por qué ocurre el efecto rebote o yoyó?

Básicamente, porque nuestro organismo tiene mecanismos de defensa asombrosos. Cuando detecta un cambio brusco en el aporte de nutrientes activa sus mecanismos de defensa para evitar la descompensación. Tal situación no solo provoca que nuestro peso varíe entre los 2 y los 5 kilos aproximadamente, sino que perpetúa la fluctuación del peso.

Si realizas una dieta que restringe mucho determinados tipos de nutrientes, llámense estos grasas, carbohidratos o proteínas, adelgazarás, sí, pero solo temporalmente. Tu cerebro te hará comer lo que necesites para recuperar el peso perdido e intentará obtener energías rápidas provenientes de azúcares. La finalidad de nuestro sistema es que no nos quedemos sin reservas, por lo que aprovechará todo lo que entre -especialmente las grasas- para prevenir futuros periodos de escasez. Por supuesto que se trata de un procedimiento natural de subsistencia, pero difícil de controlar, y que puede hacer que acabes cogiendo más peso del que tenías antes o ralentizar tu metabolismo volviendo tu cuerpo más resistente a las dietas.

El peso corporal humano está regulado por el cerebro. Según Sandra Aamodt, autora de Why Diets Make Us Fat, esta es la razón principal de que muchas dietas no funcionen:

Cada vez que tu peso cambia demasiado, tu cerebro intervendrá para devolverlo a lo que cree que es el peso correcto para ti. Y es posible que no prefieras el mismo peso que prefiere su cerebro. Muchos de nosotros no lo hacemos

El efecto rebote y las dietas milagro 

En uno de mis artículos anteriores hablé de los peligros de las dietas milagrosas. Cuando nos asalta el efecto rebote, es más fácil que busquemos este tipo de dietas. Esto,  además de agravar el problema del aumento de peso puede ocasionar, entre otros daños:

  • Problemas del corazón.
  • Debilidad muscular.
  • Deterioro renal.
  • Deshidratación.
  • Alteraciones del ritmo digestivo (como el estreñimiento).
  • Molestias en las articulaciones.

Para poner solo un ejemplo, las dietas basadas en alimentos que estimulan la eliminación de líquidos, ciertamente consiguen que bajemos de peso. Esto de debe a que el líquido tiene volumen y, por lo tanto, pesa. No obstante, si cambias tu alimentación sin un buen control nutricional puedes deshidratarte o causarte daños en el sistema circulatorio, la presión arterial o los riñones.

¿Cómo podemos evitar el efecto rebote al bajar de peso?

Para evitar el efecto rebote, vale la pena tener en cuenta las siguientes premisas:

  • Acude a un profesional de la nutrición. Toda dieta rápida o sin dirección profesional puede causar un efecto rebote. Esto se debe a que tiene que prescindir de ciertos grupos de alimentos, como el de las grasas, para eliminar las grasas de reserva.
  • Evita las bajadas de peso rápidas. Mientras más drástico y rápido sea el descenso de peso, más rápido y alto será el rebote.
  • Evita el estrés. La obsesión por el conteo de calorías causa un estrés innecesario.
  • Evita las dietas milagro. Al incluir o sustituir alguna de las comidas por un único alimento “milagroso” (ya sea limón, pepino, agua caliente o cualquier otro) no estás haciendo dieta, tan solo estas alterando un hábito momentáneamente.

¿Qué debemos hacer para salir del ciclo de rebote de las dietas? 

Si ya has sido víctima del efecto rebote y has recuperado parte o la totalidad del peso que habías perdido, aquí tienes algunos consejos para salir del ciclo del efecto rebote con éxito:

  1. Mi primera recomendación es que sigas una dieta equilibrada. Para ello, intenta evitar los alimentos ricos en grasas y azúcares refinados, así como los procesados y embutidos, que son ricos en sal y conservantes.
  2. Modifica algunos hábitos en tu día a día para mejorar tu salud. Hacer alguna actividad física, beber suficiente agua y dormir el tiempo necesario son hábitos inseparables de un estilo de vida sano.
  3. Incluye siempre platos saludables en tu alimentación, buscando recetas innovadoras que te permitan alegrar las comidas. Probar nuevas recetas e innovar en la cocina, evitará que te canses de tu dieta y quieras dejarla.
  4. Sigue un plan de nutrición coordinado y vigilado por un profesional. Esta es la forma más segura de lograr el cambio que deseas y también de prevenir el efecto rebote. Un dietista-nutricionista hará un cálculo correcto aplicado a tu dieta que te permitirá balancear los alimentos, de modo que tu cerebro no tenga que defenderse de un aporte insuficiente.
  5. La constancia, la disciplina y sobre todo la determinación para mejorar tu salud, son el motor que te ayudará a obtener resultados favorables. Tal vez puedas tardar un poco, pero estarás evitando ese indeseado efecto de rebote.

Recuerda tener sobre todo una buena actitud ante los cambios para mejorar tu vida, así que comienza ya y no desmayes en tu objetivo.

Publicidad[ninja-inline id=9118]

DEJAR UNA RESPUESTA

¡Introduzca su comentario!
Por favor, escriba su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.