A todos nos gusta viajar, casi todos hemos estado en trayectos de avión que se hacen eternos y muchos hemos experimentado la comida de las aerolíneas.
Me llamo Laia Talarn, soy judoka, viajera constante y amante de la buena comida. #PlaneFood va a ser una nueva sección en el blog de Alimmenta donde compartiré con vosotros las curiosas bandejas de las comidas en los aviones, algunas opiniones nutricionales sobre ellas y siempre acompañadas de anécdotas de los viajes deportivos alrededor del mundo!
Empezaré con mi último vuelo, nada más y nada menos que hacia Uzbekistan.
Allí se celebraba un Grand Prix, competición perteneciente al circuito mundial de Judo clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Turkish Airlines suele tener buena reputación en cuanto a servicios, y también de la cocina a bordo, esta vez no defraudó.
La primera escala fue en Istanbul, a tres horas de vuelo desde Barcelona. Al cabo de una hora de despegar nos ofrecieron un sorprendentemente rica comida. El entrante consistia en trozos de berenjena asadas con un triángulo de queso fresco de cabra. Como plato principal, rigatoni con sofrito de tomate y cebolla con berenjena (¡Otra vez!) y brownie de chocolate de postre.
En cuanto a sabor, no tenía nada a envidiar a una comida que podemos hacer en casa. Nutricionalmente, mejorable. Posiblemente demasiados hidratos de carbono y poca proteína para que fuera una comida equilibrada. Podrían haber añadido un postre alternativo y más fresco, como una fruta. Con tantas horas en el avión bien es necesario hidratarse, y la fruta hubiera sido una buena forma de hacerlo.
¿Cuál será el próximo destino?