Menopausia y riesgo cardiovascular

salud cardiovascular

“La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte entre las mujeres europeas”. Así lo confirmaba Fina Mauri, jefa de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología del Hospital Trias i Pujol de Badalona, en una entrevista a Onda Cero (1). Tras la celebración en Barcelona del Congreso Europeo de Cardiología, también hemos sabido que la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha aumentado debido a la crisis.

La OMS ya lo constató en 2009 en su informe “Enfermedades cardiovasculares: infartos de miocardio y accidentes vasculares cerebrales”: a escala mundial, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte de las mujeres de edad avanzada (de 60 años o más). Pero hay que tener en cuenta que los síntomas de las mujeres y los hombres suelen ser distintos, lo que contribuye a que algunos casos femenino de cardiopatía pasen inadvertidos (2).

Síntomas diferentes en mujeres

Una de las enfermedades cardiovasculares que no se manifiesta del mismo modo en hombres y en mujeres es la angina de pecho. Fina Mauri constata que las mujeres explicamos de forma diferente los síntomas de la angina de pecho “porque se nos presentan de forma más difusa por todo el cuerpo y es posible que tengamos una percepción diferente del dolor”. De hecho varios estudios realizados con una población muy amplia han demostrado que el tratamiento para la enfermedad coronaria que recibimos las mujeres, no es el ideal. Mauri lo atribuye a que “se nos diagnostica más tarde que a los hombres porque los síntomas se atribuyen a otras causas, no se nos hacen tantas pruebas diagnósticas para descartar que estamos realmente enfermas y, además, las pruebas que se han demostrado que servían para diagnosticar de una manera precisa a los hombres no son tan fiables cuando se realizan a una mujer.” (4)

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares (ECV)?

Las ECV (o sea, del corazón y de los vasos sanguíneos) son:

  • La cardiopatía coronaria o enfermedad de los vasos sanguíneos (VVSS) que irrigan el músculo cardiaco (miocardio);
  • Las enfermedades cerebrovasculares o enfermedades de los VVSS que irrigan el cerebro;
  • Las arteriopatías periféricas o enfermedades de los VVSS que irrigan los miembros superiores e inferiores;
  • la cardiopatía reumática o lesiones del miocardio y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos;
  • Las cardiopatías congénitas – malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento; y
  • Las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares – coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.

Los infartos, anginas de pecho y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de placas de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro. Aunque los AVC también pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o coágulos de sangre.

Principales factores de riesgo de las ECV

Las causas que provocan las enfermedades cardiovasculares son las siguientes:

  • una dieta malsana,
  • la inactividad física (sedentarismo)
  • el consumo de tabaco y
  • el consumo nocivo de alcohol.

Todas ellas son factores de riesgo modificables (o sea, que podemos disminuirlos o erradicarlos por voluntad propia), y son responsables de aproximadamente un 80% de los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular. Además, los efectos (a medio y/o largo plazo) de las dietas malsanas y del sedentarismo pueden manifestarse por:

  • aumentos de la tensión arterial (o hipertensión),
  • aumenta de glucosa en sangre (o hiperglucemia),
  • aumento de grasas sanguíneas (o hiperlipidemia o dislipemias)
  • sobrepeso y obesidad (3)

Disminución del riesgo cardiovascular

Se ha demostrado que:

  •  dejar de fumar,
  •  reducir la sal de la dieta,
  •  consumir diariamente frutas y hortalizas,
  •  aumentar la actividad física y practicar ejercicio de manera regular,
  •  evitar el consumo nocivo de alcohol,
  •  tratar la hipertensión, la diabetes y la hiperlipidemia, 

disminuye el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular (2)

Riesgo cardiovascular y menopausia

La Asociación Española del Estudio de la Menopausia considera que “el estado del aparato cardiovascular es uno de los aspectos más importantes de la salud de la mujer y de su esperanza de vida en el período posmenopáusico”.

La pérdida de estrógenos está directamente relacionada con las ECV, pues los estrógenos actúan como protectores cardiovasculares, actuando sobre el mantenimiento del flujo vascular, desarrollando una acción vasodilatadora y controlando los niveles (como el colesterol total o los triglicéridos en sangre).

Con la pérdida de estrógenos es muy aconsejable que las mujeres controlemos nuestro estado cardiovascular con revisiones frecuentes y tratamientos adecuados en cada caso. Así pues, vivamos una vida lo más sana posible y disfrutemos con una alimentación equilibrada y así disminuiremos nuestro riesgo cardiovascular.

 (1)  http://podcast.ondacero.es/mp_series1/audios/ondacero.es/2014/09/04/00336.mp3

 (2)  http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs334/es/

 (3)  http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs317/es/

 (4)  http://www.gencat.cat/ics/germanstrias/cas/mujeres_corazon.htm

Si tienes dudas sobre la menopausia y su relación con las enfermedades cardiovasculares déjanos tus preguntas en los comentarios.

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