El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad ó TDAH es un trastorno psiquiátrico crónico con una afectación intelectual y psico-motora. Generalmente tiene un efecto negativo sobre la autoestima y está relacionado con la ansiedad y la depresión. El tratamiento con fármacos es efectivo pero puede producir pérdida de apetito y estreñimiento. Generalmente se inicia en la infancia y está muy relacionado con el fracaso escolar.
Entre un 2 y un 12% de la población infantil y adolescentes tienen TDAH pero es más frecuente en hombres que en mujeres. El 80% de las causas es de origen genético y podemos dividir este transtorno en tres tipos: el trastorno por déficit de atención, el hiper activo e impulsivo y el combinado.
Qué es déficit de atención con hiperactividad e impulsividad.
Los puntos clave de la dieta para el TDAH son en primer lugar evitar bajadas de azúcar porque pueden provocar una mayor impulsividad, hiperactividad y falta de atención. Para ello es importante hacer un buen reparto de los hidratos de carbono en cinco comidas al día.
También hay que evitar el consumo de azúcares simples sobre todo en forma de golosinas y refrescos y potenciar el consumo de cereales integrales y legumbres. Hay que tomar alimentos ricos en ciertos aminoácidos. Estos son:
- fenilanalina y tiroxina, que generalmente se encuentran disminuidos en el TDAH
- triptófano que ayuda a mantenerse distendido y a conciliar el sueño y meteonina que ayuda a mejorar el rendimiento intelectual.
Estos aminoácidos se encuentran principalmente en carne, pescado, huevos y lácteos.
Puede haber una carencia de ácidos grasos esenciales que provoquen piel seca, excema y asma. Para ello es importante consumir nutrientes que intervienen en el metabolismo de las grasas como es el Zinc y el magnesio; también hacer una dieta rica en fósfolípidos presente en legumbres, germen de cereales, frutos secos y yema de huevo y consumir vitaminas antioxidantes como la A la B y la C.
Todas las vitaminas del grupo B tienen especial relevancia pero en especial la B1 que és precursora de neurotransmisores y la B6 que ayuda a mejorar la conducta. Estas vitaminas se encuentran en legumbres, cereales integrales, levadura de cerveza, pescado azul y frutos secos mayoritariamente.
El calcio es un mineral que está involucrado en la producción y la transmisión de impulsos nerviosos. Por ello es importante hacer una dieta rica en calcio y en otros nutrientes que mejoran su asimilación como es la vitamina D, la lactosa y la vitamina C.
Para terminar me gustaría recalcar la importancia de un tratamiento multidisciplinar que involucre médico, psicólogo y nutrición. Las personas con un trastorno de déficit de atención con hiperactividad suelen tener intolerancias personales que les pueden provocar trastornos intestinales como diarreas, estreñimiento, gases y flatulencias.
Un dietista-nutricionista te puede ayudar a configurar una dieta personalizada que mejore toda esta sintomatología.
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