10 consejos para triunfar en la comida de Navidad sin mucho esfuerzo

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comida de navidad improvisada

Si a estas alturas no tienes claro cómo será tu menú de Navidad necesitas leer este artículo. En Navidad vale la pena esforzarse un poquito intentado no ofrecer la misma comida de siempre. Es un día especial y aunque hayamos improvisado un poco la comida hay trucos para que no lo parezca y que tus invitados se vayan con la duda.  Por eso comparto 10 consejos para quedar genial en la comida de Navidad sin mucho esfuerzo.

Aperitivos de Navidad para perezosos

1. No te pases con los bolsa de patatas fritas. Es algo que quita demasiado protagonismo al resto de comida y básicamente llena el estómago de los comensales con fritanga. Si quieres, puedes colocar uno o dos bols pequeños de esas chips que te gustan especialmente: unas clásicas de churrería, puede que unas patatas hechas con harina de garbanzo o quizá unos chips vegetales de boniato y remolacha. Prescindir de las Ruffles sabor jamón de siempre es de primer curso de improvisación 😉

2. Si en tu mesa no puede faltar el guacamole de Mercadona (sí, ya sé que es superior a ti) sírvelo con un toque propio: si lo pones en un bol pequeñito y mezclándolo con algún ingrediente fresco, harás que la gente dude de si se trata del guacamole de Mercadona. Puedes mezclarlo con trocitos de tomate cortado, añadirle cebolla picada o quizá un poco de cilantro fresco. Hacer desaparecer el envase de plástico de éste o cualquier otro producto, será vital para «aparentar». En su lugar, emplea recipientes de cerámica, barro o cristal. Y los plásticos, al contenedor amarillo.

3. El pimentón dulce puede dar un toque muy rico a algunos aperitivos. Si no te gusta su sabor, deja de leer, pero si te gusta, ya lo estás espolvoreando por encima del pulpo, las patatas de churrería, los berberechos o el lacón. Cuatro de cada tres gallegos me darían la razón.

4. Incluye algún encurtido que haga las delicias de los invitados amantes del vinagre. Quizá unos pepinillos, olivas o banderillas. Es un básico que es “servir y listo”.

5. Da un toque healthy a los aperitivos sirviendo algún vegetal “de otra manera”. Por ejemplo, una tempura de verduras servidas con un toque de miel o un paté estilo hummus pero preparado con algún otro vegetal como la remolacha o la berenjena.

6. Sal de los dos o tres quesos a los que siempre recurres y apuesta por algún queso especial. Ves a alguna tienda con gran surtido de quesos y pruébalos. Compra alguno que te guste y sírvelo junto a unas uvas, unos palitos con semillas o quizá un poquito de mermelada de frutas.

Menos es más

7. No te compliques con los platos principales. Frecuentemente te tiras días comprando los ingredientes (aunque de esto ya no estás a tiempo) haciendo preparaciones previas, o empezando a cocinar temprano el día de la comida, y luego se te pasa el tiempo de horno y sirves tu plato estrella más seco que la mojama.

Es mucho mejor servir platos principales siguiendo recetas sencillas que te permitan respirar el día de Navidad y cuidar de los detalles más importantes (por ejemplo, los tiempos de cocción). Un ejemplo de plato principal sencillísimo es el de salmón con salsa de cítricos que la nutricionista Jessica Hierro os recomienda en este vídeo.

Otros detalles de la mesa navideña que también cuentan

8. Compra un buen pan. Desplázate a esa panadería a la que casi nunca vas porque te pilla lejos o es megacara y gástate algún eurillo más en el pan que servirás en la comida de Navidad. Olerá a pan, crujirá y acompañará perfectamente cualquier salsa o crema que prepares.

9. Puedes optar por poner jarras de agua sobre la mesa, o poner jarras de agua con limón y hielos de sabores. ¿A que la segunda opción mola más? Para los hielos, puedes infusionar menta fresca y jengibre y llenar la hielera con la infusión resultante.

Y un postre fácil

10. ¿Has pensado ahorrar tiempo con un postre procesado? Quizá un coulant, un helado o panacota. Si lo has probado y te gusta, adelante, pero te aconsejo servirlo con ese punto diferenciador que la comida de Navidad merece. Quizá unos frutos rojos y piñones por encima o puede que una mermelada casera de mango con almendra triturada. Son detalles que puedes preparar el día antes y que marcarán la diferencia.

Hasta aquí los diez consejos para enmascarar una comida navideña improvisada. Para acompañar esta comida de un ambiente perfecto, basta con elegir una música de esas que van genial para escuchar de fondo: suficientemente tranquila para poder charlar pero sin que llegue a aletargar a los invitados. Sobre la mesa, os aconsejo imitar el estilo hygge danés y hacer hueco a unas velitas. Pero si lo que quieres es que tus invitados no repitan, ves a comprar unas Ruffles sabor jamón.

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