Fiebre en niños: ¿Por qué algunos niños tienen tantos episodios febriles, con intensa elevación de la temperatura y con gran afectación del estado general?
- ¿Qué es la fiebre? ¿Cuál es su función? ¿Cuál es el lenguaje del organismo?
- Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica.
- Síndrome de Respuesta Anti-inflamatoria Compensadora.
- Desestructuración de los mecanismos inmunitarios y defensivos.
- Estado pro-inflamatorio e híper-respuesta.
- Ayudemos al organismo a limpiar y recuperar los sistemas defensivos
¿Qué es la fiebre? ¿Cuál es su función?
Fiebre es la elevación de la temperatura corporal, por encima de los valores habituales de cada persona. Generalmente indica que se ha iniciado un proceso de activación del Sistema Inmunitario, encargado de defender y reparar a los tejidos u órganos agredidos o inflamados del organismo.
La fiebre pone en guardia, no solo al paciente enfermo, también a sus cuidadores y familiares.
La fiebre es una respuesta del organismo a una situación de agresión a la integridad corporal y por tanto está bajo su control. La fiebre no va a subir indefinidamente, no debéis asustaros, sino que lo hará justamente hasta completar su función reparadora y defensiva.
¿Cuál es el lenguaje del organismo?
La fiebre se acompaña de afectación del estado general y nos produce postración y nos obliga al descanso. El organismo debe concentrarse en solucionar su problema patológico y requiere disminuir las tareas físicas habituales.
Nuestro cuerpo necesita descansar. Una disminución de los estímulos visuales y auditivos serán imprescindibles para mantenerse relajados. Se preferirá un ambiente de oscuridad y silencio.
La fiebre se acompaña de inapetencia y deseo de ayuno. Nuestro cuerpo necesita toda la reserva de energía de la que dispone, para hacer frente a la agresión patológica que está sufriendo.
No puede entretenerse en mal dirigir a las «fuerzas curativas» en actividades que ahora no corresponden, como la digestión de los alimentos habituales, que precisan de mucha energía.
Reserva de energía
Utiliza las reservas de energía para estimular la limpieza de sustancias extrañas y de agresores que «ensucian» o bloquean al sistema inflamatorio y defensivo.
Se produce una mayor demanda de líquidos, manifestada por la sed, debido al aumento de la sudoración, a la necesidad de limpieza de los tejidos dañados y a la depuración de las toxinas que se están generando durante el proceso defensivo.
La temperatura corporal ha aumentado debido a la liberación de sustancias específicas a las que llamamos pirógenos.
La elevación de la temperatura tiene una acción directa defensiva frente a los agentes infecciosos que no toleran el calor que originan.
Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica
Los pirógenos han sido activados por los vigilantes del Sistema Inmunitario, que son unos glóbulos blancos especializados, llamados mastocitos.
Generalmente los mastocitos o «guardianes de la inmunidad» presentes en los tejidos u órganos humanos, son los encargados de dar la señal de alarma y de activar mediante los «mediadores» el Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SIRS).
El Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica, es el causante de la fiebre, del malestar, de la postración, del decaimiento, de la inapetencia, y de otros síntomas que acompañan al proceso febril.
Es asimismo el causante del aumento del catabolismo graso y proteico, del aumento de la proteína C reactiva, de la activación del complemento, del aumento del fibrinógeno, del aumento de la transferrina y del aumento de los leucocitos.
Síndrome de Respuesta Anti-inflamatoria Compensadora
Simultáneamente se activará el Síndrome de Respuesta Anti-inflamatoria Compensadora (CARS), cuya cometido consistirá en modular la respuesta inflamatoria.
La fiebre en niños no va a subir indefinidamente, sino que se modera cuando ha cumplido su función.
El organismo necesita controlar la fiebre y los demás factores defensivos que la acompañan, y tiene mecanismos que permiten su modulación y la finalización del proceso febril.
La conjunción de ambos mecanismos de respuesta, van a ocasionar la eliminación de agentes extraños, así como la reparación y limpieza del «medio interno», que había sido «invadido» y alterado.
Desestructuración de los mecanismos inmunitarios y defensivos
¿Porqué algunos niños tienen tantos episodios febriles, con intensa elevación de la temperatura, con gran afectación del estado general y con llamativa inapetencia?
¿Funciona bien su sistema defensivo o está híper-activado?
¿Y si los mecanismos que regulan la activación del estado de alarma están mal calibrados?
Antes de iniciarse un proceso febril, el organismo puede encontrarse en un estado pro-inflamatorio, con un alto grado de Híper-respuesta, como consecuencia de la presencia de sustancias extrañas, que actúan como disruptores, obstaculizando e impidiendo al sistema defensivo realizar sus funciones con normalidad.
Estado pro-inflamatorio e híper-respuesta
Este estado pro-inflamatorio podría ser el causante de la mala respuesta defensiva del organismo frente a las infecciones banales que apenas afectan a otros individuos y que a estos niños les originan frecuentes activaciones del SIRS, como un proceso de reseteo febril.
El consumo inadecuado de nutrientes va «ensuciando» el «medio interno» de los tejidos y órganos, ocasionando un desequilibrio del sistema defensivo, que le impedirá reaccionar adecuadamente frente a los agentes desencadenantes.
Tenemos un desequilibrio de las hormonas reguladoras de la inflamación, íntimamente relacionadas con la desproporción en el consumo alimenticio de grasas omega-3/omega-6.
Hay una alteración en los mecanismos que regulan la inflamación local, como la sobrecarga del sistema inmunitario por sustancias extrañas o antigénicas.
El sistema inmunitario e inflamatorio de los niños está inmaduro y no debe ser sobrecargado o sobre-estimulado.
Poco a poco con el crecimiento, el sistema reconocedor de nuevos alimentos, de la nueva flora microbiana, y de otros agentes extraños que los acompañan, va siendo eficaz y capaz de reconocerlos adecuadamente sin desencadenar SIRS o episodios febriles de alerta general.
Ayudemos al organismo a limpiar y recuperar los sistemas defensivos
Una vez activado el SIRS, la fiebre indica que el proceso curativo o reparador se está iniciando. La repetición continuada de estos procesos de reseteo febril, deberían ser un motivo de alerta y de reflexión, sobre que aspectos de la higiene y de la alimentación estamos descuidando.
Este sistema de limpieza, con elevación de la temperatura, tiene como finalidad, eliminar los disruptores enzimáticos y la «suciedad» que impiden el buen funcionamiento del sistema defensivo. En este sentido la fiebre puede contribuir a realizar una maniobra de reseteo o de reinicio para calibrar el sistema defensivo que ha sido desequilibrado.
Debemos entender que significa la fiebre y ayudar al organismo en su función defensiva y limpiadora. No deberíamos luchar contra el proceso febril, desactivándolo, sino en su misma dirección, ayudando a que esté bien calibrado y pueda realizar su función defensiva y de limpieza adecuadamente.
Actuemos en la misma dirección que nuestro organismo.
Ayudémosle a limpiar y recuperar los sistemas defensivos.
En la segunda parte de este post, explicaremos: ¿Qué podemos hacer durante el proceso febril? ¿Cómo utilizar los anti-piréticos? ¿Qué nos dice la medicina basada en la evidencia? ¿Cómo podemos prevenir la fiebre? ¿Sabéis de los efectos anti-inflamatorios de la dieta mediterránea?.
Tened en cuenta que, no se conocen los efectos indeseables de muchos alimentos nuevos o industriales, que pueden actuar como disruptores de los sistemas defensivos.