¿Qué nutrientes pueden ser necesarios para una correcta funcionalidad del sistema inmunitario e inflamatorio?

  • ¿Cómo prevenir, mejorar o curar las infecciones recurrentes infantiles?
  • ¿Podemos ayudar al organismo a defenderse, cuando sobrevienen infecciones catarrales agudas?
  • Hay una falta de reconocimiento de antígenos o agentes extraños por parte del sistema inmunitario.
  • ¿Qué es la Híper-respuesta o Híper-reactividad de las vías respiratorias?
  • Una vez activada la inflamación ¿Es posible o deseable parar la cascada inflamatoria?
  • Podemos facilitar la respuesta anti-inflamatoria moduladora de nuestro propio organismo.
  • ¿Qué le faltaba al organismo y que le podemos ofrecer para que realice la curación espontánea?
  • Qué alimentos nos aportan nutrientes necesarios para una correcta funcionalidad del sistema inmunitario y del sistema inflamatorio.

¿Cómo prevenir, mejorar o curar las infecciones recurrentes infantiles?

Hemos visto en la entrada anterior: Alimentando mocos: ¡Estamos comiendo fatal!  Cómo se pueden prevenir, mejorar y curar los catarros recurrentes de los niños, adoptando una dieta alimenticia de calidad.

Aportando los alimentos que el organismo precisa, este puede configurar el sistema defensivo, de acuerdo a su diseño estructural que ha quedado recogido en la dotación genética individual.

Nosotros no debemos intervenir modificando su diseño, cuyos entramados conocemos sólo parcialmente. Únicamente debemos proporcionarle los recursos alimenticios que el organismo necesita para que pueda estar bien pertrechado.

De un mecanismo que funciona a la perfección podemos esperar que resuelva los problemas para los que fue creado.

Un reloj nos dará la hora, un automóvil nos llevará a nuestro destino y los sistemas inmunitario e inflamatorio nos defenderán de los agentes extraños o externos que no interesa incorporar al medio interno.

Nutrientes adecuados en los catarros
Plátanos

¡Sólo tenemos que realizar el mantenimiento con los materiales adecuados!

Si el sistema inmunitario o inflamatorio no tiene determinados nutrientes que necesitan para armarse o constituirse, no podrán realizar adecuadamente su función o cometido.

Igualmente si se les somete a una sobrecarga de trabajo, como el exceso de agentes extraños o antígenos, para los que ha sido diseñado. Por ejemplo proteínas de origen animal, introducidas precozmente y que no han sido sustento habitual de sus antepasados, y que por tanto no son de su nicho ecológico.

En la civilización occidental hay muchos componentes y sustancias alimenticias a las que no estamos habituados ni preparados para controlar adecuadamente. Por ejemplo el exceso de glucosa, o de proteínas animales o de grasas saturadas, o de grasas trans, o de aditivos, etc.

Es preciso que nos adaptemos a nuestro nicho ecológico y sigamos las premisas que nos corresponden.

Podríamos explicarlo en clave religiosa: Si tomamos el fruto prohibido, es decir el alimento para el que no estamos diseñados, no sólo nos enfrentamos a «Lo que tiene sentido», y lo pagaremos con la enfermedad, sino que además destruiremos los nichos ecológicos de otros seres vivientes y alteraremos el equilibrio y la armonía que rigen en nuestro mundo natural. Estaremos destruyendo los eco-sistemas de la Tierra, el Paraíso Terrenal y su aniquilación nos abocará a la enfermedad, a la miseria y a la desdicha. ¡No permitamos que esto ocurra!

¿Podemos ayudar al organismo a defenderse, cuando sobrevienen infecciones catarrales agudas?

Una vez alterados los sistemas inmunitario e inflamatorio y alcanzada la enfermedad por ineficacia parcial del sistema defensivo, ¿podríamos recuperar el buen funcionamiento de estos sistemas y ayudar a revertir la enfermedad?

Nutrientes apropiados
Mercado

Desde luego que sí. Pero no inmediatamente como quiere todo el mundo. Queremos que dejen de toser, de moquear, de tener malestar, ahora mismo, sin importarnos el modo de conseguirlo.

La medicina farmacológica nos ofrece fármacos que interrumpen o paralizan las actuaciones que ha iniciado el organismo para resolver un problema determinado.

Anti-inflamatorios, analgésicos, mucolíticos, anti-tusígenos, antibióticos, etc., son empleados para resolver los síntomas que han sido originados muchas veces por la híper-respuesta del organismo a un agente extraño, al que se debería de haber bloqueado sin mayor problema.

Hay una falta de reconocimiento de antígenos o agentes extraños por parte del sistema inmunitario.

Cuando el sistema inmunitario no funciona adecuadamente, bien por falta o alteración de sus componentes o bien por sobrecarga de antígenos, su capacidad defensiva se merma.

El sistema inmunitario, se muestra incapaz de reconocer a los agentes extraños de poca entidad, que no deberían activar el Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SIRS) del organismo.

Deberían ser reconocidos y bloqueados por los agentes aduaneros de la Policía inmunitaria, encargados de esa labor. En la primera infancia la Policía inmunitaria no está muy desarrollada y le falta madurez operativa.

Sin embargo posee otros mecanismos de reconocimiento, que aunque débiles, son operativos. Son escasos en número, por lo que es preciso que no sobrecarguemos su labor de reconocimiento, para que puedan trabajar adecuadamente.

¿Qué es la Híper-respuesta o Híper-reactividad de las vías respiratorias?

Nutrientes adecuados en los catarros
Calabacines

Si el Sistema Policial Inmunitario de Reconocimiento no funciona adecuadamente y se alarma excesivamente ante cualquier agresor se producirá una Híper-respuesta, dando lugar al Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica,

 

Decimos que las vías respiratorias tienen Híper-reactividad, es decir que tienen una fácil activación de los mecanismos inflamatorios locales y generales, por pequeñas eventualidades que deberían ser resueltas sin problemas por el Cuerpo de la Policía Inmunitaria Aduanera.

Una vez activada la inflamación ¿Es posible o deseable parar la cascada inflamatoria?

El sistema inflamatorio es muy complejo, y una vez que se dispara, comienzan a producirse una serie de acontecimientos en cadena, que originan la inflamación del área afectada, con síntomas locales como dolor de garganta, mucosidades, tos, etc. y la aparición de síntomas generales, como fiebre, malestar, decaimiento, etc.

A pesar de que el sistema se ha disparado por Híper-respuesta de los mecanismos inflamatorios, estos desarrollaran su labor de limpieza y restauración de las área afectadas.

A continuación toca que intervengan los mecanismos de Respuesta Anti-inflamatoria Compensadora, es decir aquellos que conducen a restablecer la normalidad y la recuperación del estado de salud.

También están programados para cumplir su función, y se activan en el momento preciso en que el Coordinador de la Policía Inmunitaria da la orden de iniciar la restauración.

¿Podemos facilitar la respuesta anti-inflamatoria moduladora de nuestro propio organismo?

Nutrientes adecuados en los catarros
Cebolletas siemprevivas

Claro que podemos. Ayudemos al organismo a realizar su función de limpieza y dotémosle de los nutrientes y micronutrientes que necesita para realizar esta función. Y sobre todo ayudémosle a eliminar las causas que han originado el inicio de la inflamación.

 

¿Qué le faltaba al organismo y que le podemos ofrecer para que realice la curación espontánea?

Los eicosanoides son las hormonas que intervienen en el proceso de la inflamación.

Son numerosas, variadas y tienen unos mecanismos complejos de actuación, que todavía no comprendemos del todo. (Varios Premios Nobeles han estado investigando en los últimos años sobre ello).

La mayoría proceden de ácidos grasos de cadena larga poli-insaturados y saturados. Son los llamados omega-3 y omega-6.

En general,  en la sociedad occidental estamos consumiendo mayor cantidad de ácidos omega-6 de origen animal, que de omega-3 de origen vegetal.

Esto ocasiona una desproporción muy acusada en favor de los omega-6, con lo cual la relación entre omega-3/omega-6 está desnivelada. Lo normal sería 1:2 o 1:3, y en la actualidad se están viendo cifras de 1: 20

Los omega-6, son en general precursores de eicosanoides pro-inflamatorios, que inducen la inflamación.

Los omega-3, son en general precursores de eicosanoides anti-inflamatorios, que resuelven la inflamación.

Qué nutrientes pueden ser necesarios para una correcta funcionalidad del sistema inmunitario y del sistema inflamatorio.

  • Nutrientes adecuados en los catarros
    Pepinos

    Disminuir alimentos con alto índice glucémico, como el azúcar y las harinas refinadas, que estimulan la producción excesiva de insulina, ya que además de otros problemas, altera la producción de eicosanoides.

  • Disminuir proteínas de origen animal, de alto poder antigénico o no reconocibles.
  • Disminuir alimentos que contengan niveles altos de omega-6, principalmente en alimentos de origen animal, de características pro-inflamatorias.
  • Favorecer alimentos que contengan omega-3, que se encuentran principalmente en alimentos de origen vegetal como semillas, algas y frutos secos y son de características anti-inflamatorias.
  • Aumentar alimentos con vitaminas, minerales, fito-nutrientes, flavonoides, que tengan poder anti-oxidante y reductor de los procesos inflamatorios. O sea alimentos preferentemente de origen vegetal
  • Aumentar alimentos naturales fermentados, con gérmenes saludables, que ayuden a restaurar la microflora intestinal alterada.
  • Eliminar alimentos industriales, de baja calidad, que generan niveles altos de azúcar en sangre, más oxidación y problemas antigénicos.

En la próxima entrada vamos completar esta información con las Recomendaciones alimenticias en los catarros y cuadros gripales infantiles. Cuidados generales.

P.S: si quieres comprobar tu alimentación, en el siguiente enlace puedes obtener un informe nutricional

 

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