Ya estamos en verano, y vayamos a la playa, la montaña o a la ciudad, vamos a exponernos al sol casi a diario.

El sol, en su justa medida, puede ser beneficioso para nuestro organismo y, en consecuencia, mejorar el aspecto de la piel. Por el contrario, una exposición excesiva a los rayos ultravioletas es muy perjudicial y provocará un daño cutáneo irreversible.

De ahí la importancia de proporcionar a tu piel una buena protección, tanto por fuera (aplicación de fotoprotectores y evitar las horas de mayor radiación solar) como por dentro, a través de la alimentación.

6 NUTRIENTES INDISPENSABLES PARA LA PIEL

AGUA. Ten ene cuenta que el 70% de nuestra piel es agua. Se requieren entre 1’5 y 2 litros de agua al día para estar bien hidratados. Los líquidos, como el agua o las infusiones nos servirán para alcanzarlos. Debemos beber unos 6 u 8 vasos de agua al día.

La VITAMINA C es un poderoso antioxidante y está implicada en la producción de colágeno, proteína que mantiene el tejido cutáneo. Mantener una ingesta adecuada de vitamina C ayuda a lucir una piel sana y tersa. La vitamina C está presente en frutas (cítricos, kiwis o fresas) y en verduras (pimientos o tomates). En verano puedes disfrutar de tu dosis diaria de vitamina C con el kiwi Zespri SunGold, una variedad de kiwi muy refrescante que contiene el triple de vitamina C que las naranjas. Con solo un kiwi Zespri SunGold cubrimos los requerimientos de vitamina C de un día.

La VITAMINA A por un lado, facilita la regeneración de piel y mucosas, y por otro, ayuda a mantener el equilibrio de la piel reduciendo la producción de sebo. La yema de huevo, la leche y la mantequilla son buenas fuentes de vitamina A. También se puede conseguir la vitamina A de sus precursores, los carotenos, presentes en la zanahoria, el tomate o las espinacas.

Las VITAMINAS DEL GRUPO B sobre todo la B2 y la B8, están implicadas también en la regeneración de la piel y las mucosas. Se encuentran en una gran variedad de alimentos, especialmente en cereales de grano entero, como el arroz integral, en los frutos secos, los vegetales de hoja oscura y también en carnes y pescados.

Las GRASAS SALUDABLES, es decir los ácidos grasos insaturados, tienen la capacidad de dar elasticidad a la piel. Más en concreto el omega-3, un tipo de ácido graso insaturado esencial que favorece la producción de colágeno y elastina de la dermis. Algunos alimentos ricos en grasas insaturadas son los frutos secos, el aguacate, el aceite de oliva y el pescado azul.

Los alimentos ricos en PROTEÍNAS facilitan la regeneración de tejidos. Además, estos alimentos suelen tener un gran porcentaje de zinc, un mineral que interviene en la regeneración de piel y mucosas. Son fuente de proteínas y de zinc los pescados, las carnes, las legumbres y los cereales.

La dieta Mediterránea contiene gran proporción de alimentos que nutren la piel y ayudan a mantenerla en sus mejores condiciones.

Toma frutas y verduras a diario y fomenta el consumo de alimentos frescos, de temporada y poco procesados para aprovechar mejor sus propiedades.

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