La diabetes se considera un desorden metabólico en el cual el organismo no puede regular bien la cantidad de azúcar en la sangre y tiende a estar siempre demasiado elevada.
Lo que popularmente se conoce como azúcar en realidad es GLUCOSA, el azúcar en sangre seria la GLUCEMIA y el azúcar alto, la HIPER-GLUCEMIA.
Para comprender mejor la diabetes, primero debemos entender cómo es el proceso normal por el cual, a través de los alimentos obtenemos esta glucosa que finalmente se utilizará como fuente de energía.
- La glucosa que circula por la sangre proviene de alimentos que contienen hidratos de carbono: Cadenas más o menos largas de glucosa.
- Nuestro sistema digestivo lo que va a hacer es cortar la cadena y enviar la glucosa a través de la sangre hasta llegar a la célula diana, donde la insulina hará de llave para que la glucosa entre en la célula para darle energía.
Las personas con diabetes tienen un problema con la insulina, de manera que la glucosa no puede entrar en la célula y se queda en el torrente sanguíneo provocando una HIPERGLUCEMIA sostenida.
Síntomas de la diabetes
Los primeros síntomas de la diabetes son, por un lado fatiga, hambre y pérdida de peso (ya que las células no reciben la energía) y por otro lado, la hiperglucemia provoca sensación de sed y orinar frecuentemente.
Si la diabetes no se controla adecuadamente, la acumulación persistente de glucosa en sangre, aunque sea moderada, puede dañar los VASOS SANGUÍNEOS Y LOS NERVIOS desencadenando al cabo de los años enfermedades vasculares y neurológicas como: retinopatía diabética, el pie diabético, enfermedad renal o neuropatías.
Las personas con diabetes se considera que tienen un mayor riesgo cardiovascular que se ve muy agravado si se le suman otros factores de riesgo como la hipertensión arterial, la obesidad o dislipemias, es decir cifras elevadas de colesterol o triglicéridos.
Así pues los objetivos terapéuticos de la diabetes se centrarán por un lado en el control glucémico (es decir evitar hiperglucemias) y por otro la prevención cardiovascular.
Los principales ejes del tratamiento serán: la alimentación, el ejercicio físico y el tratamiento farmacológico.
Con una buena educación diabetológica la diabetes no tiene por qué suponer un problema.
En la diabetes tipo 2, nuestro cuerpo no puede utilizar de forma correcta la insulina, o el páncreas produce poca insulina y no es suficiente para ayudar a que la glucosa vaya a nuestras células.
En cualquier caso, para compensar la diferencia, debemos tomar insulina u otros medicamentos para controlar el nivel de azúcar en la sangre. La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes.
Algunas de las causas de la resistencia a la insulina no se pueden evitar. La edad es uno de ellos. A medida que pasa el tiempo y envejecemos nos hacemos cada vez más resistentes a la insulina. Lo bueno es que la resistencia a la insulina depende más que nada de factores externos sobre los que si podemos tener control, como el hacer ejercicio físico, la buena alimentación o dieta y el uso de suplementos nutricionales.