Ideas para cocinarlas de forma variada

Con el verano a la vuelta de la esquina seguro que ya estás soñando con unas merecidas vacaciones. Relajarse y descansar está bien, es necesario para cubrir otra parcela de nuestra salud. Con lo que no debemos relajarnos demasiado es con la alimentación, hay que mantener los buenos hábitos también en vacaciones. En esta ocasión destaco el consumo de legumbres que se suele abandonar en época estival cayendo en un error, debemos innovar en la cocina e introducirlas en otros formatos, aportando variedad y color a nuestros platos.

Si pensabas que las legumbres son aburridas te equivocas, si tenías en mente que las leguminosas solo las podemos tomar en épocas de frío en los típicos guisos o cocidos calientes tendrás que reconsiderar a este noble y versátil alimento que aporta infinidad de beneficios a nuestra salud.

Son tendencia en las cocinas más punteras, hay una amplia diversidad para elegir y acepta múltiples formas de cocinarlas, tantas que es casi imposible aburrirse porque, si eres creativo/a, de una receta reinventarás varias para deleitarte, agradar a la familia, sorprender a tu pareja, dippear en una fiesta con amigos, incluso llevarlas a un picnic, a la playa o a la piscina, ¿te lo vas a perder? ¡Toma nota!

¿Cómo podemos tomar las legumbres?
  • Harina de legumbre. Las harinas dan mucho juego en la cocina. Harina de garbanzo (ideal para rebozar o hacer tempuras); harina de haba (es ligera y se suele usar para empanados); harina de soja (aptas para espesar o cocinar salsas, al añadir humedad a productos horneados se puede usar en sustitución al huevo); harina de guisante (de sabor ligeramente dulce aporta un toque de color verde a tus preparaciones); harina de algarroba (excelente para repostería o elaborar cremas crudas para untar en pan o acompañar postres, otorga un color oscuro similar al aspecto del chocolate, con la ventaja de que apenas contiene grasa). Las harinas tienen más usos, estos son solo unos ejemplos.
  • Ensalada de legumbres. Una ensalada con crudités de hortalizas, una patata cocida, habas baby, algunas nueces o semillas pueden representar un primer plato completo; si le añadimos huevo, pollo, atún o tofu bien podría considerarse un plato único redondo. Aliña con una buena vinagreta y a disfrutar. También la puedes servir en pan de pita y salsa ligera de yogur.
  • Hamburguesas de legumbres. De alubias blancas o pintas, de garbanzos, de lentejas rojas, de soja… Las posibilidades están en tu imaginación. Trituradas y mezcladas con algo de queso, huevo, avena / harina / pan rallado para amalgamar la masa, ajo, cebolla y especias puedes crear unas hamburguesas saludables espectaculares.
  • Verduras rellenas de legumbres. Pimientos, berenjenas, calabacines, tomates, aguacates, champiñones… Rellenas de legumbres salteadas, en ensalada, como paté o mezcladas con bechamel ligera para gratinar.
  • Legumbres salteadas. Junto con otras verduras, algo de proteína animal o vegetal, pimentón y comino. Una vez salteadas las puedes mezclar con ensalada fresca y obtener así una ensalada templada o simplemente dejarlas enfriar para montar una ensalada fría.
  • Tortilla de legumbres. Están realmente deliciosas. Mezcla el huevo con hierbas aromáticas frescas y curry, añade tu legumbre favorita y cuaja la tortilla. Las más conocidas son las tortillas de guisantes, prueba con otras legumbres, no dejes pasar la oportunidad de enriquecer a tu paladar.
  • Cocina internacional con legumbres. Platos como el hummus o el falafel representan a la cocina árabe, se suelen tomar fríos y son apetecibles cuando el calor aprieta. El hummus se prepara muy rápido si tenemos garbanzos cocidos, os recomiendo tener un frasco siempre en la despensa, os resultará muy socorrido, además el hummus tiene varias salidas en la cocina: salsa para napar, untar bocadillos o tostadas, picar crudités, montar aperitivos o canapés, como relleno de verduras o empanadillas. También con garbanzos cocidos en su receta original, pero algo más laborioso, no demasiado, podemos cocinar falafel. Puedes darle forma de albóndigas, más o menos grandes, de croquetas o forma de hamburguesas. Suelen ir fritas pero también puedes cocinarlas al horno para aligerar la receta reduciendo calorías y hacerla de este modo más digestivas.
  • Legumbres germinadas. Son otra forma de tomarlas, digestivas y frescas, añadida a las ensaladas o solas como guarnición aporta un toque diferente que te sorprenderá gratamente por su sabor y vistosidad. De esta forma, además, aportan una interesante dosis de vitamina C.
  • Legumbres encurtidas o en salmuera. En España las legumbres encurtidas más habituales son los altramuces, ideales para tomar un puñadito a la hora del aperitivo, su consumo debe estar limitado para las personas hipertensas o con problemas cardiovasculares por el alto contenido en sal. Desde el punto de vista gastronómico me parece muy interesante probar con otras legumbres encurtidas o en salmuera.

Las legumbres aportan nutrientes de gran valor biológico, puedes leer más sobre los beneficios de las legumbres en tu dieta aquí. No dejes de consumirlas en cualquier época del año, adapta las recetas y saca todo el partido a sus beneficios.

Photo by condesign, Pixabay.

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