Llevas meses manteniendo tus buenos propósito: comer sano, moverte más y perder esos kilos que hace tiempo que se agarraron a tu cintura con tanta fuerza. La cosa va bien, comes mucho verde, tu pan es integral, te hidratas con agua y tienes tus rutinas de actividad física. Pero llega el periodo vacacional y un estado de pánico se apodera de tu mente. Lo ves claro: todo el esfuerzo se irá por la borda. No sufras. Puedes irte de vacaciones y mantener el peso si te mentalizas en seguir los siguientes consejos:
- Llévate tus propios tentempiés: en realidad dependerá del tipo de vacaciones que hagas. Si haces un viaje, procura tener a mano frutos secos (crudos o tostados, evita los fritos), fruta fresca o desecada, galletas o crackers integrales o un bocata con ingredientes saludables.
- Tu mejor amiga se llama “agua”: bebe agua con frecuencia. Depende por dónde viajes, puedes rellenar una botella de plástico con el agua del hotel o apartamento en el que te alojes. Si viajas por Asia, Latinoamérica o África, compra siempre agua embotellada. Por otro lado, en el caso de hacer un viaje largo en avión, asegúrate de hidratarte bien antes de embarcar y evita consumir bebidas azucaradas y alcohol.
- Y tu peor enemigo se llama “alcohol”: bueno, vale, que estás de vacaciones y alguna licencia te tienes que permitir… pero seguro que prefieres volver con bonitas fotos en lugar de bonitos michelines ¿no?. Las vacaciones se prestan al descontrol con el alcohol, así que deja su consumo para una de las comidas diarias, siempre de forma moderada, y escoge vino o cerveza preferiblemente, mejor que destilados mezclados con bebidas azucaradas.
- Prioriza el consumo de verduras y frutas: pide primeros a base de ensaladas y verduras. Escoge guarniciones verdes en lugar de patatas fritas. No descartes las opciones vegetarianas, que a menudo (aunque no siempre) son más ligeras y saludables. Recuerda que la fruta también es un postre delicioso y NO engorda después de comer.
- Busca alojamiento con cocina: los apartoteles con cocina te permiten tener más control sobre lo que comes. Puedes prepararte tentempiés como sándwiches, mezclas de frutos secos, o alguna pieza de fruta para llevarte durante la jornada.
- Date un capricho al día, que estás de vacaciones: no deberíamos ver las vacaciones como una luz verde para abandonar nuestros hábitos, pero puedes darte algún capricho si eres capaz de mantener el orden durante el resto del día. Desde un desayuno de cuchillo y tenedor (¿qué tal unos huevos con bacon?), a un postre cargado de chocolate para comer, o ese dulce tan típico de la zona. Disfruta de todo ello, pero con conciencia.
- Haz tus trayectos caminando: siempre que te sea posible, busca el momento para caminar. Si estás de visita en una ciudad, planifica tus visitas por zonas y hazlas a pie. Si estás en un destino fijo, como una casa o apartamento vacacional, busca un momento del día para salir a caminar o a correr, según tus preferencias.
Imagen de tnarik