En los años 90 del siglo XX se empezó a hablar del carácter perjudicial de los ácidos grasos. Los médicos los señalan como la principal causa de la creciente obesidad en el mundo. Pero, dadas las recientes investigaciones, nos preguntamos: ¿por qué se dice que el aceite de coco – a pesar de estar formado en un 95% de ácidos grasos – puede ayudarnos en el control del peso?

 ¿El aceite de coco realmente “funciona”?

El aceite de coco ha sido una grasa controvertida pero actualmente se considera como una fuente de grasa de buena calidad. Se extrae de los frutos del coco, cultivados en Filipinas, Sri Lanka, Malasia e Indonesia. Éstos países son los mayores distribuidores de aceite de coco en el mundo. El aceite de coco se obtiene rallando la copra, es decir, la pulpa seca del coco, hirviéndola y prensando (1). 

Composición del aceite de coco

Para poder ser exactos, vamos a analizar el aceite de coco Virgen Extra, prensado en frío y sin refinar. Nos encontramos con la siguiente combinación de ácidos grasos: 

Ácidos grasos presentes en aceite de coco Virgen Extra, prensado en frío (2):

Grasas saturadas: 85.0 – 95.0

C18:0 ácido esteárico 2,5 – 3,5

C16:0 ácido palmítico 7,5 – 9,5

C14:0 ácido mirístico 17,0 – 18,50

Ácidos grasos de cadena media (AGCM): 60 – 63

C12:0 ácido láurico 47,0 – 50,0

C10:0 ácido caprílico 5,0 – 7,0

C8:0 ácido cáprico 8,0 – 9,0

C6:0 ácido caproico 0,8 – 0,95

Ácidos grasos monoinsaturados (MUFA): C18:1 oleico 4,5 – 6,0

Ácidos grasos poliinsaturados (PUFA): < 2,0 C18:2 linoleico 0,7 – 1,5 C18:3 α-linolénico < 0,5

Analizando la composición del aceite de coco podemos apreciar que el 60% de los ácidos grasos que contiene son ácidos grasos de cadena media (AGCM), denominados triglicéridos de cadena media (TGCM – entre 6 y 12 átomos de carbono). Son los más beneficiosos para la salud; mucho más que los ácidos grasos de cadena larga (AGCL), presentes en la mayoría de los aceites vegetales. Los ácidos grasos de cadena larga no son tan saludables como los de cadena media. ¿Por qué?

Por qué los ácidos grasos de cadena media son más saludables

Para empezar, los ácidos grasos de cadena media (AGCM) son más pequeños, con lo cual, les resulta más fácil traspasar las células y no requieren la participación de enzimas. Se absorben más fácilmente y no perjudican el buen funcionamiento de nuestro metabolismo. Todo lo contrario, lo estimulan y ayudan a perder peso (3).

Gracias a la composición del aceite de coco y la presencia de los AGCM (ácidos grasos de cadena media), se ha podido aislarlos del aceite y utilizar como suplementos alimenticios para deportistas, o como ingrediente de las mezclas nutricionales para personas con problemas digestivos. También, forman parte de alimentos para bebés. ¿Por qué? Por sus propiedades: para digerirlos no hacen falta tantas enzimas y tanta energía. Gracias a ello se absorben mejor. Los ácidos grasos de cadena media son muy recomendados para celiacos y en caso de algunas enfermedades: como por ejemplo la enfermedad de Crohn o la mucoviscidosis.

Entonces, teniendo en cuenta las investigaciones, ¿cuál es la relación del aceite de coco con la obesidad y el sobrepeso?

Las recientes investigaciones demuestran que uno de los mayores beneficios del aceite de coco es su capacidad de estimulación de los procesos metabólicos. Lo que resulta curioso es el hecho de que esas propiedades fueran descubiertas por unos agricultores ya en los años 40 del siglo XX. Dichos agricultores buscaban una manera de cebar el ganado, utilizando aceites baratos. Lo intentaron con el aceite de coco y el resultado fue totalmente opuesto al esperado – los cuerpos de los animales adelgazaron y se volvieron más definidos. Años después, las investigaciones llegaron a explicar ese fenómeno.

Existen varios artículos científicos publicados en los que se puede observar que sustituyendo los ácidos grasos de cadena larga por los de cadena media se produce una reducción de la grasa corporal. Su fácil absorción y el hecho de estimular el metabolismo y aportar energías los convierten en los mejores aliados de los deportistas. Los ácidos grasos de cadena media pueden mejorar la condición física y la eficiencia del organismo (4).

Otro dato muy importante es el valor energético de los AGCM: es un 10% menor que el de los ácidos grasos de cadena larga, lo que facilita su oxidación en el hígado e impide la acumulación de grasas. Aparte, la rápida oxidación de los ácidos de cadena media después de las comidas, aumenta la termogénesis y, por lo tanto, acelera el metabolismo considerablemente (6).

Todos estos datos nos permiten llegar a la conclusión de que actualmente podemos recomendar el consumo de aceite virgen de coco en nuestra dieta, basado en sus beneficios nutricionales. Por supuesto, hay que destacar que la complejidad de la obesidad no se reduce solamente a la pérdida de peso: hay otros factores muy importantes relacionados con el estilo de vida. Es absolutamente necesaria la modificación de los hábitos alimenticios y el aumento de la actividad física. Sin embargo, el aceite de coco será un gran aliado en la lucha contra la obesidad y el sobrepeso.

Bibliografía:

  1. Howard BV, Manson JE, Stefanick ML, Beresford SA, Frank G, Jones B, Rodabough RJ, Snetselaar L, Thomson C, Tinker L, Vitolins M, Prentice R. JAMA. 2006 Jan 4;295(1):39-49.
  1. Marina AM y otros, Trends Food Sci Technol, 2009, 20, 481-487
  2. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12975635
  3. http://europepmc.org/abstract/med/7876928
  4. Guo W y otros, J Nutr, 2003,133,2512-2518
  5. White MD, Am J Clin Nutr, 1999,69,883-889
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