Recientemente se ha publicado un estudio que relaciona un elevado consumo de cítricos con un cierto aumento del cáncer de piel, y algunos medios se han hecho eco de ello.
El estudio en cuestión lo ha realizado la American Society of Clinical Oncology, es un estudio observacional de 25 años de duración con una muestra de más de 100 mil individuos de Florida y California. Se ha visto que al aumentar el consumo de cítricos (especialmente el pomelo), el riesgo de sufrir melanoma maligno aumenta. Además los investigadores detectaron que esta relación era independiente de otros factores de estilo de vida, como fumar o la dieta.
El estudio muestra que la causa de esta relación se debe al contenido en furocoumarinas de la naranja y el pomelo, unas sustancias que vuelven la piel más sensible a la luz solar, es decir, la furocoumarina interaccionaría con la luz ultraviolada (UV) facilitando que las células del melanoma se multiplicaran (fotocarcinogénica). En general estas sustancias se encuentran también en otros vegetales (ficus o higuera) y ya se conocía su efecto sobre la piel, llamado fotofotodermatitis, o su interacción con ciertos fármacos.
Si lees hasta aquí, probablemente te lleves las manos a la cabeza y dejes de consumir cítricos por el resto de tu vida. Nada más lejos de la realidad. Hay que valorarlo con más profundidad antes de sacar conclusiones.
Para empezar, el factor más relevante de todos es que se trata de un solo estudio, y es un estudio observacional es decir, observa lo que pasa en el ambiente, en una población concreta. Es verdad que a priori parece un estudio contundente (por tiempo de evolución y tamaño de la muestra) y bien diseñado, pero no deja de ser un estudio observacional en el que pueden existir factores que interfieran en el resultado y que no se hayan contemplado. Es decir, ¿podríamos afirmar que en España ocurre lo mismo? Pues no lo podemos saber, ya que en España puede haber diferencias en el clima, el tipo de piel, la alimentación, genética… por citar algún posible factor diferencial. No toda la ciencia crea evidencia. Con esto quiero decir que, se trata de un buen estudio científico pero sus resultados no tienen suficiente evidencia, es decir que no se puede utilizar su resultado como una conclusión universal. Para conseguir evidencia en una relación semejante se requieren de la suma de muchos estudios similares elaborados en condiciones distintas que eliminen dudas en posibles factores de confusión. Incluso los mismos investigadores, en sus conclusiones remarcan que se necesitan más investigaciones para confirmar dichos hallazgos y explorar las implicaciones que pueda tener para la salud.
Cabe destacar que sí que existe evidencia en relación al consumo de frutas y verduras y otros vegetales como protectores del cáncer. Incluso podemos encontrar algún estudio que relaciona el consumo de cítricos con la prevención de otros tipos de cáncer.
Así pues, queda claro que por un solo estudio no se debe eliminar de la dieta un alimento que contiene nutrientes interesantes como la vitamina C, los flavonoides, beta-carotenos o folatos.
Presumiendo ahora que el estudio en cuestión se llegara a contrastar, se debe considerar que en España las naranjas son propias de invierno, época en la que la incidencia del sol es menor. Recuerda que el estudio citaba la relación de las furocoumarinas con los rayos UV. Así que si consumes las naranjas en su temporada no tienen por qué preocuparte las furocoumarinas.
Por otro lado, este estudio ayudaría a fortalecer el mensaje sobre la variedad en los alimentos que componen la dieta, del que tanto hablamos los dietistas, y no solo variedad en grupos de alimentos, sino dentro de los grupos de alimentos también. Eso significa que no tan solo hay que incluir frutas, verduras, cereales, alimentos proteicos… sino que dentro de las frutas hay que variar al máximo (cítricos, frutos rojos, carnosos, de hueso… y de todos los colores) y en cuanto a las verduras, igual. Si variamos nuestra alimentación nos aseguramos que no nos olvidamos ningún componente nutricional, ni tampoco abusamos de ningún otro, porque, aunque un alimento sea saludable seguramente, por una u otra razón, no convendrá abusar de él. Sin ir más lejos, los antioxidantes de los que tanto se habla por sus beneficios para la salud, promueven el efecto contrario si abusamos de ellos (sobre todo con suplementos), es decir, se convierten en sustancias pro-oxidantes.
Como conclusión final te diría de nuevo, que no te alarme este estudio (estudios hay muchos y a veces dicen cosas contrarias), que simplemente es un punto de partida para que los investigadores profundicen en el tema. Y que, si sigues las siguientes recomendaciones, no tienes que preocuparte por las naranjas, ni los pomelos ni cualquier otro alimento saludable:
- Variedad: Come un poco de todo y mucho de nada.
- Temporalidad: consume alimentos propios de temporada e incluso priorizando la proximidad.
- Aumenta el consumo de alimentos de origen vegetal. Existe una relación demostrada entre el consumo de frutas/verduras/legumbres/cereales integrales y frutos secos y la prevención del cáncer.
- Reduce el consumo de alimentos muy calóricos, grasas, sal y azúcar, que son claramente nocivos para la salud si se toman con demasiada frecuencia y desplazan otros alimentos más saludables.
- Procura mantener un peso saludable. Algunos tipos de cáncer están asociados con la obesidad.
- Utiliza protección solar, especialmente en las horas más fuertes de sol. Es la mejor protección frente al melanoma.
- Sigue otros hábitos saludables como no fumar, evitar el alcohol, hacer ejercicio…
- Se crítico con los estudios y la información.
FUENTES:
- http://www.nbcnews.com/health/cancer/could-too-much-citrus-cause-skin-cancer-n383951
- http://www.eatright.org/resource/health/diseases-and-conditions/cancer/prevent-cancer-by-eating-right
- http://www.polk-fl.net/staff/employeeinfo/wellness/documents/ACScancerguidelines2012.pdf