Muy típico en Andalucía, concretamente en la zona de Córdoba, este plato podría declararse como uno de los platos reyes del verano junto con las ensaladas. Es una sopa fría de tomate, aceite, huevo, pan, vinagre, ajo y sal. Todos estos ingredientes se trituran hasta obtener la mezcla. Aunque la receta puede variar según la zona donde se prepare. Pero la clave para que esté bien hecho, es que la emulsión se haya realizado correctamente, obteniéndose como producto final una suave crema para que se pueda disfrutar como cualquier plato de cuchara.
El salmorejo lleva como ingrediente principal el tomate, una hortaliza llena de cualidades saludables. El tomate es una fuente excelente de vitamina A, indispensable para el correcto funcionamiento de la vista. También realiza funciones importantes a nivel de los tejidos y mucosas, manteniendo así un buen estado de la piel y evitar la sequedad de ésta. Se encuentra en forma de β-caroteno, al encontrarse en un alimento de origen vegetal.
También es rico en licopeno, responsable de su color rojo. Es un pigmento con actividad antioxidante que puede ayudar a retrasar la aparición de ciertas enfermedades como algunas patologías cardiovasculares. Su valor energético es bajo ya que la mayor parte de su composición es agua.
Otro ingrediente importante es el aceite de oliva. Conocido por todos por sus múltiples beneficios para la salud. Alimento clave de la preciada, y a veces olvidada, dieta mediterránea. Es rico en ácido oleico, responsable de reducir el riesgo de la aparición de arteriosclerosis y disminuir los niveles de colesterol. Pero no hay que olvidar, que aunque posee características muy beneficiosas, es una grasa y por ello, tiene una elevada carga calórica. Por este motivo, debemos usarla siempre con moderación, para que en el caso del salmorejo, no convirtamos un plato tan saludable en una bomba de calorías.
Las cantidades de ajo, sal y vinagre, van un poco en el gusto de cada individuo. Habría que tener especial cuidado con la sal, sobre todo si existen problemas de hipertensión. Y al igual que el aceite, el abuso de este mineral, podría convertir a esta crema tan sana en una que no lo sea tanto.
Para darle el último toque, se puede acompañar con virutas de jamón serrano y huevo cocido picadito. Obtendremos un gran manjar.
El salmorejo es una magnífica fuente de hidratación, debido a la gran cantidad de agua que posee el tomate y que, algunas variantes de la receta llevan agua añadida.
En mi vida profesional me he encontrado con muchas personas que, a la hora de hacer dieta, ponen problemas a la hora de tomar verduras enteras. El salmorejo es ideal para conseguir hidratación y vitaminas, sin que éstas se vean afectadas por procesos culinarios en los que se aplique el calor. Recomiendo este plato para la gente que es reacia a ingerir verduras, siempre y cuando controlen la cantidad de aceite.
Bibliografía
- Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado C. Tablas de composición de alimentos y guía de prácticas. Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, SA). Pirámide. 16 edición, 2013
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