
Debido a la situación que vivimos de confinamiento en nuestros domicilios para hacer frente al coronavirus COVID-19, pasamos horas y horas metidos en casa.
Siempre tenemos que intentar ver el lado positivo de todo y, a nivel alimentario, podemos beneficiarnos de esta situación. ¿Cómo?
Hay muchos puntos positivos de poder comer y cenar en casa cada día:
1. Elegir los alimentos que van a formar parte de nuestra alimentación
Cuando trabajamos a jornada completa y vamos arriba y abajo debido a nuestras vidas personales, muchas veces nos lleva a comer fuera, a tirar de comida rápida o a simplemente no comer. El confinamiento nos puede ayudar a estructurar bien las comidas y cenas de toda una semana y poder controlar lo que comemos.
2. Cocinar nuestros propios platos saludables
Tienes la oportunidad de escoger cocciones saludables como hervido, vapor, plancha, horno, papillote, guisos (con poca grasa) … Puede ser el momento para descubrir cocciones que no conocías y reinventarte en la cocina. Evita fritos y rebozados, que triplican o cuadruplican las calorías de un alimento. Además, no aportan nutrientes beneficiosos para nuestra salud.
3. Mejorar nuestras digestiones
Dedica tiempo a masticar bien y comer lentamente. Piensa que cuánto más mastiques tus comidas, más ayudarás a que tu digestión sea fácil. Además, si tus comidas duran entre 25-30 minutos, te darás tiempo a sentirte llena/o. La señal del estómago al cerebro conforme estamos saciados se transmite al cabo de este tiempo aproximado.
4. Tener tiempo para ordenar y fijar unos horarios de comidas
Es importante que, a pesar de que no estés trabajando, te marques unos horarios de comidas. De este modo, evitarás olvidarte de incluir todos los alimentos que deben formar parte de tu día a día en una dieta equilibrada y saludable. Además, si haces 4 o 5 ingestas al día, harás trabajar más veces a tu sistema digestivo. Por lo tanto, aumentarás tu gasto calórico total.
5. Reducir el consumo de alimentos procesados o precocinados
Ahora que, seguramente, tienes más tiempo; olvídate de comprar este tipo de alimentos y elabora tus propios platos. Piensa que este tipo de alimentos tienen en su composición más grasas saturadas, azúcares y sal, 3 componentes de los alimentos, que nos aportan pocos beneficios sobre la salud.
6. Poder preparar tus propias salsas caseras y saludables
Limita el consumo de salsas procesadas. Aprovecha para hacer salsas caseras y saludables en casa. Cuando vamos a comer fuera, a veces nos encontramos con salsas en los platos, que no sabemos cómo están elaboradas ni la cantidad de azúcares o grasas que llevan. Aprovecha para hacer tus salsas en casa con verduras y poca cantidad de aceite y sal; yogur natural desnatado y menta o albahaca…Puedes encontrar múltiples opciones de salsas y aliños saludables y te beneficiarás de ello seguro.
7. Limitar el consumo de sal
Ya sea en alimentos procesados y precocinados como en conservas, ahumados, caldos preparados… El hecho de tener poco tiempo te puede llevar a consumir este tipo de alimentos. De acuerdo, puedes estar comiendo de manera rápida, pero … ¿Crees que realmente tu nutrición es buena?
Ahora que puedes tener más tiempo, elige alimentos naturales y cocínalos tu.
Puede ser el momento de probar con especies y hierbas aromáticas para que vayas acostumbrando al paladar a otro tipo de sabores y reducir así, el consumo de sal.
8. Disfrutar de comidas atractivas y apetitosas
Comida casera no es sinónimo de aburrida. Aprovecha para elaborar recetas saludables que te haya proporcionado tu nutricionista, o que hayas encontrado en internet o libros de cocina.
También puedes crear tus propias combinaciones y sorprenderte a ti misma/o.
9. Comer en familia
En caso de que vivas acompañado, aprovecha el confinamiento para crear unos hábitos de comidas saludables para todos. Disfruta de la compañía que en muchas ocasiones no te permite tu vida diaria y aprovechad para cocinar en familia.
10. Ahorrar en comida
Si te organizas bien, es posible que tu gasto en comida al hacer la compra semanal sea menor que el que hacías antes del confinamiento. Que si un café aquí, que si hoy no me he podido preparar el táper y como fuera, que si llega el fin de semana y me apetece salir a cenar a un restaurante con los amigos… ¡Todo suma! Aprovecha y haz una compra semanal a conciencia para poder comer equilibrado, saludable y económico.
Cómo organizar un menú saludable y económico
Como veis, no son pocos los beneficios que podemos conseguir para nuestra salud comiendo en casa. Pero no olvidamos que vivimos una situación económica complicada en muchas familias. Por este motivo, os propongo un menú semanal equilibrado elaborado con pocos ingredientes y con opciones económicas que podemos encontrar en los establecimientos actualmente. La idea es que, durante una semana, puedas repetir el mismo tipo de pescado, legumbre o cereal, pero con diferentes recetas o maneras de cocinarlo. Así, puedes disfrutar de sus diferentes versiones, texturas y sabores.
Si sois varios en casa, se trata de que cada uno adapte las cantidades a sus necesidades pero que todos podáis comer los mismos platos.
Ten en cuenta que deberás congelar algunos alimentos para evitar que se deterioren como, por ejemplo: pescados, marisco o carnes. Cada alimento tiene sus tiempos de conservación y es algo importante que debes tener presente si vas a comprar únicamente una vez a la semana.
Así que, te animo a coger papel y bolígrafo para empezar a apuntar los ingredientes que necesitas en tu lista de la compra semanal para poder seguir la planificación que te propongo. ¡La puedes adaptar a tus gustos!
Propuesta de menú saludable y económico
¡Cuida tu salud: come sano, equilibrado y variado!
Foto de Bialasiewicz