
Una vez que ya sabemos la comida que podemos encontrarnos en el avión, decidido si subimos comida de fuera y aprendido los consejos con respecto a ello comer en el avión (I) , estamos listos para el siguiente paso.
Durante y, sobretodo, después de vuelos de media o larga duración aparecen una serie de síntomas muy habituales: cansancio, turbidez, pesadez de cabeza, hinchazón de piernas, alteración del sueño y, a veces, molestias digestivas. Que a la vez provocan mal humor, dolores físicos, desorientación, etc. Pero, ¿Cómo prevenir o minimizar estas molestias? Pues sencillamente realizando ejercicios de brazos, piernas y cuello mientras caminamos por los pasillos del avión y vigilando nuestra alimentación antes y durante el vuelo.
- Cambios fisiológicos: se dan debido a viajar a 10.000 metros de altura y por ello se tiene una digestión más lenta, una reducción de la secreción gástrica y una expansión de los gases intestinales.
- Recomendaciones: realizar comidas ligeras (plancha, horno, vapor, hervidos) y no abundantes. Reducir alimentos fritos y con salsas. Evitar los alimentos crudos y sobretodo las verduras flatulentas como la coliflor, la alcachofa o las cebollas. Evitar bebidas con gas.
- Olfato y gusto: las variaciones de presión que se dan provocan que el aire seco de la cabina reseque la nariz y se adormezcan hasta un tercio de las papilas gustativas. Entorpeciendo el gusto y el olfato y provocando que la comida no se disfrute igual.
- Recomendaciones: tener en cuenta este factor y no esperar que la comida tenga las mismas características que cuando la comemos en tierra.
- Pesadez, hinchazón y cansancio: esto es fruto de la retención de líquidos, la cual debemos evitar.
- Recomendaciones: llegar al avión bien hidratado. Beber durante el vuelo pequeñas cantidades repetidas veces. Preferiblemente, bebidas sin gas y de baja mineralización. También té o infusiones después de las comidas o un zumo de frutas en el desayuno o merienda. Evita añadir más sal a las comidas, ya que el sodio que contiene favorece la retención de líquidos y la mala circulación.
- Debilidad y mareo: se produce por la falta del principal combustible del cerebro: la glucosa. Además, de provocar otros síntomas como el de fatiga, turbidez de la vista y mental, sudoración, náuseas y ansiedad.
- Recomendaciones: evitar pasar muchas horas sin comer y asegurar el aporte en todas las comidas de hidratos de carbono complejos como un trozo de pan, un poco de pasta o arroz, un bocadillo o un puñado de cereales.
- Jet lag: principalmente provoca alteración del sueño.
- Recomendaciones: tomar comidas ligeras. Evitar el consumo de alcohol. Limitar la cafeína evitándola las 4-6 horas anteriores al periodo de sueño y preferiblemente en pequeñas cantidades cada 2 horas.
En conclusión, si tienes pensado realizar un viaje en avión de media o larga duración no olvides leer con detenimiento ambos artículos (I y II). Ten en cuenta que si desconoces las características de la comida de los aviones y por ello no te alimentas correctamente durante el vuelo puedes agravar los síntomas. Así que espero que en tu próximo o primer vuelo de alrededor de 10 horas, la comida no sea un problema y estés bien preparado. Que tengas un feliz vuelo.
¡Buenas recomendaciones Patricia!
Me hizo gracia el otro día cuando tomé un vuelo, que en el avión diesen Leche Ecológica . Iba en tetrabricks de 2cl, por supuesto acompañada de un vaso de plástico, cucharilla de plástico.
Una servilleta (dentro de una bolsa de plástico) y azúcar (dentro de su propio sobre).
Gracias Aitor!!!
Curiosa tu experiencia. La verdad es que cuando pasan este tipo de contradiciones te planteas cual es el fin real.