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Diabetes gestacional

Durante el embarazo se pueden dar diversas complicaciones, una muy frecuente es la disminución de la tolerancia a la glucosa. En esta etapa se pueden detectar niveles altos de azúcar (o glucosa) en sangre por primera vez en mujeres no diabéticas. Si se da esta situación se diagnostica a la embarazada, tras varias pruebas, diabetes gestacional.

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por provocar en las personas que la padecen hiperglucemias (niveles altos de glucosa en sangre). Su organismo no es capaz de incorporar la glucosa en las diversas células (del músculo, tejido adiposo e hígado) para que ésta sea almacenada en forma de energía y no quede circulando en sangre. Esto se puede deber a tres motivos:

  1. El páncreas no produce suficiente insulina (hormona que permite que la glucosa de la sangre entre en las diversas células).
  2. Las células que almacenan la glucosa no responden a la insulina.
  3. Ambas situaciones.

 Causas de la diabetes gestacional

En el caso de la diabetes gestacional la causa principal es un desequilibrio hormonal. En el transcurso de los nueve meses de gestación, se producen una serie de cambios en el organismo de la embarazada. Estos cambios no son solo físicos como por ejemplo el aumento de las mamas si no también metabólicos: las hormonas de la placenta bloquean la acción de la insulina en el organismo de la madre provocando una situación “natural” de resistencia a la insulina. Esto hace que la glucosa en sangre de la madre aumente y  tenga que producir hasta tres veces más insulina con el fin de controlar la glucemia. Sí los niveles de glucosa en sangre no se equilibran, aparece la diabetes gestacional.

No todas las embarazadas la padecen pero la prevalencia en la población española está entre el 3 y el 6% y se estima que en un futuro aumentará debido al incremento de la obesidad mundial. Existen factores de riesgo que favorecen la aparición de la diabetes durante el embarazo:

  • Madre mayor de 35 años.
  • Antecedentes familiares de diabetes.
  • Sobrepeso u obesidad antes del embarazo.
  • Antecedentes de diabetes gestacional en embarazos anteriores.
  • Madre con hipertensión arterial (tensión arterial alta) o glucosuria (niveles altos de glucosa en orina).
  • Síndrome ovario poliquístico.
  • Antecedentes de complicaciones obstétricas, abortos espontáneos o muerte fetal intrautero sin causa explicable.
  • Hijos previos nacidos con un peso superior a 4 kg, anomalías congénitas o malformaciones.

A menudo los síntomas pasan desapercibidos o se confunden con malestares asociados al propio embarazo. Algunos de ellos son: visión borrosa, fatiga, infecciones frecuentes (sobre todo de vejiga, vagina y piel), aumento de la sed (polidipsia), incremento de la micción (poliuria), náuseas y vómitos, y pérdida de peso con aumento del apetito. Por eso, en general, el diagnóstico se da tras realizar dos pruebas. La primera prueba tiene lugar durante las semanas 24 y 28 del embarazo donde se realiza el Test de O’Sullivan para medir la tolerancia oral a la glucosa de la embarazada. Si esta prueba es positiva se realiza una segunda prueba, la curva de glucemia, que confirma o no la diabetes gestacional.

En general, hoy en día los embarazos están muy controlados y es fácil de detectar cualquier problema en el feto. Además, casi todas las mujeres vuelven a la normalidad metabólica tras finalizar el embarazo. Aunque hay que saber que la diabetes gestacional puede originar una serie de complicaciones tanto para el feto como para la madre.

Complicaciones de la diabetes gestacional

Feto: 

  • Macrosomía o aumento de peso en el momento del nacimiento: fetos con un peso superior a 4 kg.
  • Alteración en la madurez de los pulmones: esto origina dificultad respiratoria neonatal (distrés respiratorio).
  • Traumatismos: Debido al gran tamaño fetal en el parto se pueden provocar fracturas como la de clavícula. Por eso se recomienda la cesárea.
  • Hipoglucemia (nivel glucosa en sangre baja), hipocalcemia (nivel bajo de calcio), hiperbilirrubinemia (exceso de bilirrubina en la sangre).
  • Mayor riesgo de diabetes mellitus. Suele ser del tipo II o del adulto o diabetes no insulinodependiente (controlable con dieta o antidiabéticos orales).

 Madre: 

  • Apneas del sueño: si no se tratan pueden aumentar el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares, accidente cerebrovascular y ataques cardiacos.
  • Diabetes tipo II: se ha observado que tras el parto y al cabo de cinco años de seguimiento hasta un 25% de las mujeres que han tenido diabetes gestacional la presentan.
  • Diabetes gestacional en embarazos posteriores: se ha observado en un 60% de los casos.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es mantener un nivel de glucosa en sangre normal. Para ello es fundamental seguir unas pautas alimentarias y ejercicio físico. En algunos casos, también se pueden necesitar pruebas diarias de glucosa en sangre e inyecciones de insulina.

Dieta en la diabetes gestacional

La alimentación de una mujer embarazada con diabetes gestacional tiene que ser equilibrada, saludable y con un mayor control en la ingesta de azúcares sencillos y grasas saturadas.

Hidratos de carbono o glúcidos

Representan el 50-60% de la energía total de la embarazada. Su aporte ha de  ser fundamentalmente de verduras, frutas y carbohidratos complejos (o de absorción lenta) es decir, cereales, patatas, arroz, pasta y legumbres. Que se repartirán a lo largo de las 6 comidas que realizará la embarazada al día para evitar picos de glucosa en sangre. Además, se han de controlar o evitar los carbohidratos simples (o de absorción lenta) como son los que encontramos en zumos de frutas envasados, bollería, dulces, azúcar, bebidas gaseosas, etc.

Grasas o lípidos

Han de ser el 30-35% de la energía total siempre y cuando la grasa principal de la dieta sea el aceite de oliva. Se han de reducir las grasas saturadas que provienen generalmente de alimentos proteicos grasos como el cerdo o los lácteos enteros. Es importante incluir ácidos grasos poliinsaturados (omega-3) provenientes del pescado azul e insaturados aportados por el aceite de oliva. No hay que olvidar que aparte de escoger alimentos con menos grasa saturada también hay que elaborarlos de manera sencilla (plancha, horno, papillote, vapor…) para no aumentar el aporte calórico.

Proteínas

Entre el 12 y el 15% de la energía total. Se ha de mantener un equilibrio entre las proteínas de origen animal y las de origen vegetal (siempre y cuando no se siga una dieta vegetariana). Es preciso recordar que los alimentos ricos en proteínas animales también lo son en grasas saturadas las cuales debemos evitar. Por eso se aconseja consumir preferentemente, dentro de las proteínas animales, carnes magras (pollo sin piel, pavo, conejo) y pescado.

Fibras

Disminuyen la velocidad de absorción de los azúcares, por lo que es conveniente que estén contenidas en los alimentos y se consuman diariamente (ensaladas, frutas, verduras, cereales integrales, legumbres).

Ejemplo de menú de un día:

  • Desayuno. Un vaso de leche semidesnatada. Pan integral con aceite de oliva y jamón cocido. Zumo de naranja natural.
  • Media mañana. Una manzana y dos biscotes integrales con aceite de oliva.
  • Comida. Arroz con verduras. Merluza a la plancha con un tomate natural de guarnición. Pan integral opcional (unos 40 g). Una pera.
  • Merienda. Infusión sin azúcar. Pan integral untado con queso.
  • Cena. Guisantes alteados con cebolla. Tortilla de champiñones con espárragos blancos de guarnición. Pan integral opcional (unos 40 g). Dos mandarinas.
  • Resopón. Yogur desnatado.

Recomendaciones

  • Controlar el aumento de peso.
  • Beber agua en todas las comidas y durante el día.
  • Leer las etiquetas de los alimentos y productos para ver su composición. Principalmente en azúcares simples y grasas saturadas.
  • Seguir un control de las glucemias con el médico. También después del parto y la lactancia.
  • Consulte con un dietista en caso de duda o de seguir una dieta vegetariana o alguna otra especial.

* Si quiere más información sobre la alimentación durante el embarazo lee uno de mis artículos anteriores: Estoy embarazada, ¿qué alimentos debo evitar?

Ejercicio físico en la diabetes gestacional

El ejercicio físico regular ayuda a disminuir los niveles de glucosa en sangre y facilita la pérdida de peso. Esto hace que se recomiende a las embarazadas caminar diariamente con intensidad moderada (no despacio ni con fatiga) durante 30-60 minutos. También se les sugiere realizar deportes que utilicen fundamentalmente las extremidades superiores como es el caso de la natación.

Insulina

insulina diabetes gestacionalCuando tras implantar cambios alimentarios y ejercicio físico no se consigue un buen control de las glucemias, es necesario administrar insulina. El hecho de comenzar un tratamiento con insulina no implica necesariamente que se tenga que usar para siempre. Por eso, es importante seguir siempre una alimentación equilibrada y saludable junto con la práctica de ejercicio físico diario. Se reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo II y otras patologías.

BIBLIOGRAFIA 

  1. American diabetes association. What is gestational diabetes? Fecha de acceso 20 de noviembre de 2013. URL disponible en: http://www.diabetes.org/diabetes-basics/gestational/?loc=DropDownDB-gestational.
  2. Cervera P, Clapés J, Rigolfas R. Alimentación y dietoterapia. 4ª edición. Madrid: Mc Graw Hill; 2004.
  3. N Wah Cheung.  The management of gestational diabetes. Vasc Health Risk Manag. 2009; 5: 153–164.
  4. Bowers K, Tobias D, Yeung E, Hu F, Zhang C. A prospective study of prepregnancy dietary fat intake and risk of gestational diabetes. Am J Clin Nutr. 2012; 95(2): 446–453.

Más información sobre la diabetes gestacional en este vídeo

En este vídeo de Elisa Hernández, médico endocrino especializada en nutrición de la clínica Alimmenta, te cuenta el diagnóstico y el tratamiento en caso de diabetes gestacional

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Patricia Nevot
Patricia Nevot
Soy diplomada en Nutrición Humana y Dietética (CESNID). Tras colaborar como dietista en diversos Servicios de Nutrición a nivel clínico y deportivo, decidí realizar el Máster en Nutrición y Metabolismo (UB). Orienté el segundo año de máster hacia la investigación y por ello participé en estudios experimentales sobre la respuesta inmunitaria y los flavonoides del cacao. Actualmente trabajo en restauración colectiva hospitalaria y escribo artículos sobre alimentación-nutrición. Creo que la educación-intervención nutricional es fundamental para que se creen unos hábitos alimentarios saludables y se minimicen varios problemas de salud pública actuales. Sigo formándome y reciclándome, creo que nunca se sabe suficiente y que no hay una única verdad.

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